Xiaomi tiene cientos de productos en su catálogo pero, curiosamente, muy pocas tablets. De hecho, actualmente cuenta con dos: la Redmi Pad 5 y la Redmi Pad (a secas) protagonista de este análisis, que es también su modelo más nuevo y económico. Funciona con Android 12 y la misma capa de personalización que los smartphones de la firma china, MIUI, adaptada eso sí a este tipo de dispositivos. Así, por ejemplo, es posible utilizar varias apps a la vez e, incluso, elegir una que se visualizará como ventana flotante donde y en el tamaño que queramos. Estos son sus puntos fuertes y los aspectos a mejorar.
Lo mejor
A simple vista, Xiaomi Redmi Pad llama mucho la atención gracias a un cuidadísimo diseño: está fabricada en una pieza de aluminio y su acabado mate aleja las huellas, lo que nos lleva a pensar directamente a tablets de gama mucho más alta.
Además, y pese a que incorpora una batería de nada menos que 8000 mAh, es fina y ligera, pudiendo sujetarse cómodamente con una sola mano. Esta batería supone que la autonomía sea muy amplia, alcanzando más de 15 horas de reproducción multimedia continua, por ejemplo. A nivel práctico, supone muchos días de uso sin tener que cargarla, un proceso que lleva aproximadamente unas 2,5 horas con el cargador de 22,5 W incluido en la caja y que admite carga rápida de 18 W.
El último aspecto sobresaliente es su calidad de sonido. Incorpora cuatro altavoces (dos en el borde superior y otros dos en el inferior) compatibles con Dolby Atmos y dotados de un ecualizador para personalizar la reproducción. Con ellos se consigue un volumen muy alto y, lo más importante, nítido y sin distorsión. Además, la tablet de Xiaomi posee salida de audio analógico a través del puerto USB tipo C sin necesidad de utilizar un adaptador DAC externo.
¿Qué debe mejorar?
Aunque en el balance global la reproducción de contenidos multimedia es positivo, la pantalla por sí misma es uno de los aspectos más ‘flojos’ de la tablet: le falta algo de nitidez y los ángulos de visión son muy ajustados. Por lo demás, tiene un tamaño de 10,1 pulgadas y una resolución de 2.000 x 1.200 píxeles, cuenta con una tasa de refresco de 90 Hz.
Además, según presume Xiaomi, es la primera tablet del mundo en recibir la certificación SGS de baja fatiga visual y ha sido acreditada con la certificación de baja luminosidad por TÜV Rheinland, que garantiza que los ojos están protegidos durante su uso.
El rendimiento es, por último, su principal inconveniente. Monta un procesador Mediatek Helo G99 con el que no consigue fluidez en la apertura ni en el uso de algunas aplicaciones. Es suficiente, eso sí, para navegar por Internet o visualizar contenidos multimedia.
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Gracias, muy importante.