Cuando se desea subtitular un vídeo para mejorar la accesibilidad o, simplemente, para facilitar el seguimiento de los diálogos o aportar información adicional, las opciones son múltiples: las dos más utilizadas son hacer que imagen y subtítulos se ejecuten a la vez en el ordenador o el televisor; o incrustarlos para que no sea necesario tenerlos aparte. Esto último es lo que propone Handbrake, un software gratuito que aporta diferentes funciones muy prácticas para trabajar con ficheros de audio/vídeo y para el que no se requieren conocimientos de edición. En el caso concreto de la inserción de subtítulos, los únicos elementos necesarios para comenzar el proceso, aparte del programa, son el vídeo y el documento en el que se encuentra el texto a incrustar.
Handbrake: conversor digital y mucho más
Indican los desarrolladores en su web que Handbrake es un transcodificador o, lo que es lo mismo, una herramienta para transformar ficheros audiovisuales a múltiples formatos digitales con el fin de hacerlos más compactos y manejables. Sin embargo, también ofrece diversas prestaciones de edición y su principal ventaja es que es compatible con cualquier sistema operativo (Windows, Mac o Linux), y que se puede descargar y ejecutar en segundos.
Una vez instalada en el PC y abierta la aplicación, aparece la pantalla principal, que da la opción de seleccionar una carpeta con uno o más vídeos o un solo fichero para codificar. También es posible arrastrar directamente el vídeo con el que se desee trabajar desde el escritorio. Cuando la subida del archivo ha finalizado, se abre otra pantalla con pestañas para gestionar numerosas opciones, entre las que se halla la de ‘subtítulos’.
Si se pincha sobre ella, da lugar a una nueva interfaz en la que se muestra una pestaña denominada ‘pistas’. Al desplegarla, el software ofrece un listado con varias posibilidades y, en último lugar, se encuentra ‘importar subtítulos’, que es la que hay que elegir para subir el archivo de texto destinado a subtitular el vídeo.
SRT: un buen formato para trabajar con subtítulos
Llegados a este punto, hay que considerar otro elemento importante: el fichero que contiene los subtítulos tiene que haberse creado previamente, de forma manual, y debe estar en un formato específico como, por ejemplo, srt, ssa, ass o txt. Para no complicarse mucho, una buena opción es trabajar con archivos srt, puesto que son compatibles con cualquier reproductor multimedia y tanto los editores de subtítulos como los programas de texto de los principales sistemas operativos los reconocen.
Así, tan solo hay que cerciorarse de que el archivo que se va a utilizar aparece con la extensión .srt y después clicar para subirlo. Al insertarse, el fichero aparece en el recuadro en blanco de esta pantalla, justo debajo de la pestaña ‘Escanear audio extranjero’. Aquí, hay que asegurarse de marcar ‘Quemar (forzar)’ y, solo en caso necesario, revisar el idioma en el que el programa indica que están los subtítulos o la sincronización (mediante el ajuste en milisegundos).
Como último paso, se escoge el destino en el que se guardará el vídeo una vez incrustados los subtítulos, y se renombra el nuevo archivo para que se grabe correctamente (con un nombre distinto al del original). El proceso culmina pulsando ‘Iniciar codificación’ y, tras unos minutos, ya es posible disfrutar del trabajo completo y visualizarlo o compartirlo con el texto incluido.
Son muy útiles estas herramientas.