Cuando los estudiantes se inician en la programación a edades tempranas, suelen utilizar para ello lenguajes de programación por bloques que les ayudan a desarrollar el pensamiento computacional y a crear sus primeras instrucciones para robots y programas simples. Entre los más populares destaca Scratch, aunque existen otros con un funcionamiento similar. Es el caso de Snap!, un lenguaje de programación visual creado en la Universidad de Berkeley (Estados Unidos): basado precisamente en Scratch, incorpora una serie de funcionalidades adicionales que permiten el desarrollo de proyectos más avanzados y, de hecho, su uso en educación está recomendado a partir de Secundaria.
Primera toma de contacto con Snap!
La herramienta, a la que se accede desde este enlace, se ejecuta en el navegador del ordenador que vaya a utilizarse. Aunque sus creadores recomiendan Google Chrome, se pueden emplear otros como Firefox, Safari, Opera, Edge… Incluso es accesible desde teléfonos móviles y tablets porque es compatible con Android e iOS. La interfaz de Snap!, que recuerda a la de Scratch, aparece por defecto en inglés pero puede cambiarse a español desde el botón ‘Configuración’.
En la parte izquierda de la pantalla están los bloques que se usan para programar los diferentes objetos. Estos bloques, llamados también instrucciones, se representan a través de colores y cada uno de ellos permite completar distintas acciones u órdenes: así, hay bloques relacionados conel movimiento, sensores, control, sonidos, variables, operadores, control y apariencia. En función del que vaya a utilizarse, hay que arrastrarlo directamente a la parte central de la pantalla a la ventana ‘Programas’.
A su lado, encontramos una segunda pantalla: se trata de una vista gráfica desde la que es posible consultar cómo se va desarrollando el proyecto y los objetos que se emplean; objetos que se pueden personalizar, hacer que roten, que miren hacia la derecha o la izquierda, añadir un sonido… Snap! da la opción, por otra parte, de trabajar en la nube aunque para ello hay que registrarse previamente.
Características a destacar
Una de las diferencias más importantes con respecto a Scratch, es que Snap! permite crear nuestras propias instrucciones o bloques (de apariencia, sonido, movimiento, control… ) para los objetos de los proyectos, de manera que las opciones que ofrece la herramienta son mucho más variadas. Además, es posible utilizar listas de primera clase que sirven para guardar múltiples acciones en un mismo elemento. ¿Qué significa esto? Se pueden crear atajos de instrucciones para que estos elementos completen una u otra instrucción.
También existe la posibilidad de exportar el proyecto en el que se ha trabajado (por ejemplo, una animación o un juego) para convertirlo en un fichero ejecutable (plataformas Windows y macOS) a través de un conversor llamado Snapp!, y programar con la herramienta otros dispositivos como el robot Orbotix Sphero, algunos modelos de Lego, el mando Wiimote de Nintendo, placas de Arduino y Raspberry Pi…
Los docentes interesados tienen en la página web de esta herramienta de programación visual basada en bloques un amplio abanico de proyectos al que recurrir como fuente de inspiración para animar a sus alumnos a usarla