Fomentar la competencia viso-espacial, trabajar la orientación espacial y el pensamiento lógico, reforzar la capacidad de cálculo o mejorar los niveles de atención y concentración. Estos son algunos de los beneficios que proporciona la programación, una disciplina que los estudiantes no sólo pueden descubrir en la escuela; también en casa gracias al desarrollo de distintas propuestas a modo de robots, pensadas y adaptadas a su edad. La siguiente recopilación se dirige al alumnado de Infantil.
Clementoni Croko
Para que los niños creen las secuencias del movimiento de este cocodrilo y lo programen para que gire, avance, nade o huya (entre otras acciones), tienen que colocar sobre su espalda las piezas de dirección que vienen en la caja.
Edelvives, robot Next 1.0
El robot de suelo Next 1.0 les ayuda a iniciarse en el lenguaje de la programación de manera divertida. Para ello, en la parte superior incorpora varios botones para su desplazamiento en varias direcciones sobre el tapete que se incluye. También pueden practicar con la aplicación Next App, que está disponible para Android e iOS- secuencias de programación sencillas, así como trabajar la percepción del espacio.
Learning Resources, ratón robot programable
El ratón de la imagen se llama Jack y con él los más pequeños aprenden sus primeras nociones de programación utilizando las 30 tarjetas de codificación que vienen en la caja: en concreto, cada una de estas tarjetas sugiere una dirección o un paso que el ratón debe completar y que los niños programan. El robot se puede mover a dos velocidades.
Lexibook, Powerman Junior
Este robot explorador tiene la capacidad de hablar ya que incorpora un botón para grabar y repetir lo que el niño va diciendo. Incluso memoriza frases que puede reutilizar más tarde. Y para que los pequeños desarrollen su capacidad de reflexión y lógica, pueden programar hasta 40 acciones. Al robot tampoco le faltan sonidos, efectos de luz y un modo que le hace adivinar animales a partir de las preguntas que se le formulan.
RC Tecnic, robot constructor
Fabricado con materiales resistentes que garantizan su durabilidad, este robot teledirigido es recomendable a partir de los 4 años. Mientras los niños juegan con él y descubren sus posibilidades, trabajarán simultáneamente el desarrollo de su percepción espacio-temporal. Su programación es sencilla y, además, incorpora efectos de música, luces y baile que llamarán su atención.