Tiene distintas funciones relacionadas con el uso que se hace de los dispositivos móviles que ayudan a evitar distracciones o limitar el tiempo de uso. Es el Nothing Phone 3(a).
¿Sabías que el 94,8% de los adolescentes tiene un dispositivo con acceso a Internet? De ellos, el 90,8% se conecta todos o casi todos los días, y el 98,5% está registrado en alguna red social. Y por eso, los expertos consideran que es esencial tanto educar en su uso como que las familias puedan supervisar su actividad en la red. Y aquí entra en escena el control parental. Su utilidad es tal que pronto será obligatorio que venga incluido de fábrica de forma gratuita en todo tipo de dispositivos digitales. De hecho, ya hemos podido probar un smartphone que lo trae.
Se trata del Nothing Phone 3a, un dispositivo de gama media que incluye un completo apartado dentro de su configuración dedicado al bienestar digital y al control parental gracias a la función Family Link de Google.
Al acceder a este menú muestra un esquema con el tiempo que se ha utilizado el móvil ese día, y también cuánto se ha dedicado a cada aplicación, el número de veces que se ha desbloqueado y cuántas notificaciones se han recibido. Si se pulsa en ‘detalles de actividad’, puedes consultar el histórico y añadir límites diarios de uso para la mayoría de las aplicaciones: cuando se agota, la app se pausa hasta el día siguiente.
También tiene un modo de descanso que silencia el teléfono, atenúa el fondo de pantalla y la pone en blanco y negro para ir a dormir; un modo sin distracciones para concentrarse en momentos determinados sin recibir notificaciones de las apps que más distraen —y que puedes elegir—, recordatorios cuando lleves cierto tiempo usando el móvil…
La última opción de la lista es la del control parental. Para configurarlo, es imprescindible iniciar sesión con la cuenta de correo del menor, para luego hacer lo propio con la del adulto que lo va a supervisar. Es curioso que sugieren que los niños se queden durante todo el proceso para que entiendan cómo funcionan los controles parentales.
Aparece una pantalla en la que hay un listado de las cosas que los padres pueden ver y hacer: controlar en qué dispositivos y aplicaciones se puede iniciar sesión con la cuenta del menor, bloquear o aprobar apps, ver la localización en tiempo real del dispositivo, limitar el tiempo de pantalla, aplicar filtros en Google Play y YouTube…
Del mismo modo, también informa de lo que no podrán ver o hacer: ver lo que aparece en la pantalla, leer sus mensajes o emails, cambiar la contraseña de la cuenta, consultar el historial de navegación, cambiar su contraseña de desbloqueo…
Nothing Phone 3a tiene un diseño exterior muy peculiar que sigue al dedillo la imagen de la firma. Personalmente, me recuerda un robot. Prácticamente todo se ha fabricado con materiales reciclados o sostenibles: 100% de aluminio reciclado en su estructura, estaño reciclado en sus circuitos, acero reciclado en su chasis, más del 60 % de sus plásticos provienen de fuentes sostenibles…
Cuenta con una pantalla OLED de 6,8 pulgadas con 2.400 x 1.080 píxeles de resolución y una tasa de refresco de 120Hz, un procesador Qualcomm Snapdragon 7s Gen 3, una batería de 5000 mAh con carga rápida de 45W y sistema operativo Android 15. En este sentido, hay que decir que tiene una capa de personalización llamada Nothing OS 3.1 con animaciones, iconos y tipografías exclusivas, totalmente personalizable.
Su función más destacada es Essential Space: lo es tanto que incluso hay un botón dedicado a ella en el lateral del teléfono —que continuamente confundía con el de bloqueo—. Si se pulsa se captura la pantalla; si se hace una pulsación más larga se graba una nota de voz; y un doble toque lleva a la biblioteca de archivos. Esta característica está impulsada por IA, y básicamente lo que hace es organizar todas esas notas, capturas y fotos para que sea más fácil localizarlas. Por ejemplo, estás viendo una receta, y puedes hacer una captura de los ingredientes y añadir una nota: comprar harina el miércoles en la compra. Y no se te olvidará nada.
