La gama ThinkPad ocupa un lugar destacado dentro de la familia de portátiles de Lenovo: los modelos que la componen prometen una productividad continua gracias al hardware avanzado que integran. El protagonista de este análisis, el Lenovo ThinkPad X1 Carbon Gen 10, no es una excepción, resultando adecuado no solo para el profesorado sino para estudiantes de cursos superiores que necesitan un equipo de alta gama.
Primeras impresiones
En color negro, su diseño es sobrio y muy ligero: pesa solo 1,12 kg. Además, se caracteriza por su alta resistencia. En este sentido, su exterior está fabricado en fibra de carbono y magnesio, y ha recibido la certificación MIL-STD 810H; este estándar somete al portátil a diferentes pruebas (presión, humedad, temperatura…) para corroborar su durabilidad.
El teclado, que es resistente a las salpicaduras e incorpora retroiluminación LED blanca, no tiene parte numérica independiente. La experiencia y el recorrido con las teclas es buena, no es necesario un periodo de aprendizaje y los dedos se sienten ágiles. Además, y como viene siendo habitual en los portátiles de la firma, encontramos entre las letras G, H y B un punto rojo rugoso al tacto: es el TrackPoint y se utiliza para desplazar el cursor del ratón a través de la pantalla. Así, y en función de la presión ejercida, se mueve más o menos rápido.
Los usuarios que nunca antes lo han usado puede que no se sientan cómodos, pero es una alternativa muy efectiva al trackpad que, en este equipo, tiene unas dimensiones de 108 x 70 mm e incluye dos botones: el de la derecha abre la ventana de preferencias de la aplicación o el programa que se tenga abierto, y el de la izquierda es el de ejecutar.
Imagen y sonido
La pantalla se ajusta muy bien a los bordes. Antirreflectante, mide 14 pulgadas, su resolución es de 1.920 x 1.200 píxeles y posee la certificación Eyesafe de baja luz azul para proteger la vista. Se ve muy bien en términos de brillo, contraste, nitidez o detalle. Incluso la manera en que representa los colores. Mientras, su formato de pantalla de 16:9 es adecuado no solo para trabajar y estudiar, sino también visualizar contenidos multimedia.
En la parte superior de este display se ubica la webcam para videoconferencias: tiene resolución Full HD, la calidad del audio que llega al interlocutor es correcta y como característica complementaria dispone de un obturador de privacidad que se abre y cierra cómodamente. Mientras, el sonido corre a cargo de un sistema de altavoces Dolby Atmos que se orientan hacia el usuario al ubicarse a ambos lados del teclado. Suena alto y claro, y aún subiendo mucho el volumen, no distorsiona demasiado.
En el día a día
Su configuración es la propia de un equipo de gama alta. La versión que hemos probado funciona con Windows 11 Pro, incluye el procesador de 12º generación Intel Core i7-1270P, una memoria RAM de 16 GB y una unidad de almacenamiento SSD de 2 Terabytes. Así, cubre a la perfección las necesidades de aquellos docentes y alumnado de cursos superiores (además de cualquier usuario en general) que busca un equipo premium como herramienta de trabajo y estudio, pudiendo interactuar a la vez con más de un programa o aplicación sin temor a que se quede colgado o que, por ejemplo, las páginas web no se carguen rápidamente. Para las tareas de edición de vídeo se realizan también con total fluidez. Muy silencioso, ofrece además una autonomía suficiente para completar una jornada de trabajo normal y parte de la siguiente perfectamente.
Otros datos de interés
A nivel de conectividad, el Lenovo ThinkPad X1 Carbon Gen 10 posee una toma combinada para auriculares y micrófono, una interfaz HDMI 2.0, dos puertos USB de tipo A 3.2, 2 USB tipo C Thunderbolt (uno de ellos se usa también como entrada de alimentación) y una ranura para tarjetas nano SIM en el caso de necesitar o tener que acceder a Internet mediante una conexión de datos móviles. Cuenta además con conectividad Bluetooth 5.2, Wi-Fi 6E y lector de huellas dactilares en el botón de encendido.