Gracias a la tecnología Dolby Atmos, son capaces de adaptar el sonido al espacio e, incluso, a los movimientos de quien los lleva puestos. Los hemos probado.
Los expertos coinciden: para obtener la mejor calidad de sonido en unos auriculares hay que tener en cuenta distintos factores. Y uno de ellos es intentar que reproduzcan un escenario de sonido realista: una sala de conciertos, un cine… en los que el audio llega de todas partes. En los Jabra Elite 10, por ejemplo, se traduce en el uso de una tecnología como Dolby Atmos, presente habitualmente en televisores o sistemas de sonido avanzados, y que recrea un escenario en el que el sonido te rodea.
En este caso, y para disfrutar de ella, es imprescindible descargar la aplicación Jabra Sound+ que, entre sus opciones, tiene una específica para configurar el sonido espacial Dolby Atmos. Eso sí, solo funciona con contenidos compatibles –a día de hoy muchas plataformas de streaming de audio y vídeo lo son–. Además, esta app ofrece otras opciones de interés como un ecualizador para que el usuario personalice sus canciones como más le guste o consultar la autonomía de los auriculares por si es necesario cargarlos en su estuche; la batería de los Elite 10 tienen una duración de hasta 6 horas, 27 horas utilizando este accesorio.
Es posible, asimismo, activar la tecnología Dolby Head Tracking. Resulta un tanto curiosa dado que los auriculares tienen en cuenta la dirección hacia donde mira la cabeza y, en función de si lo hace hacia la izquierda o la derecha, recalibra el entorno sonoro para una mejor experiencia. Es decir, si el sonido viene de frente y giramos la cara hacia la derecha, lo escucharemos por el oído derecho como haríamos en el mundo real. Incorporan, por otro lado, tecnología de cancelación de ruido activa que se ajusta al entorno automáticamente con unos resultados sorprendentes, especialmente en caso de viento o ruidos como los de un motor.
La calidad del sonido es, en general, muy positiva incluso a volúmenes altos. Nos encontramos con un buen balance de frecuencias, melodías claras, audio nítido… independientemente del estilo musical. Y, además, cuando se trata de visualizar contenidos multimedia no hay ningún retardo entre la imagen y el sonido, y la experiencia envolvente es igualmente enriquecedora. No tiene soporte para audio de alta definición, pero un usuario ‘normal’ no lo echará en falta.
Para las llamadas, cada uno de los auriculares incorpora tres micrófonos distribuidos tanto en el interior como en el exterior. De esta manera, son capaces de reconocer por ejemplo si hay viento y otros ruidos molestos y los contrarrestan, haciendo que la calidad de las conversaciones sean óptimas en cualquier entorno.
Todo el control se realiza a través de los botones físicos que incorporan ambos auriculares, uno en cada uno de ellos. Sirven para lo básico: controlar la reproducción y las llamadas, por lo que la curva de aprendizaje es rápida.
Desde el punto de vista del diseño, están recubiertos de un material gomoso que al tacto resulta agradable y su estética minimalista los convierte en un modelo con un toque sofisticado. La calidad de fabricación de su silicona es fantástica y la ergonomía se ha trabajado muy bien, por lo que se pueden llevar puestos sin que molesten (y sin que se caigan) durante largos periodos de tiempo. Incorporan para ello la tecnología Jabra ComfortFit que proporciona un ajuste natural cuando entra en contacto con el pabellón auditivo. Son además adecuados para la práctica deportiva, pues son resistentes al polvo y el agua gracias a su certificación IP57.
