Cuando los estudiantes se inician en la programación a edades tempranas, lo suelen hacer a través de lenguajes basados en bloques como Scratch para, según crecen, sumergirse en otros más avanzados basados en código. Hedy Code es una alternativa que facilita esta transición: resulta idóneo para que el alumnado de entre 10 y 15 años se adentre y tenga su primera toma de contacto con los lenguajes de programación textuales, es decir, aquellos que se basan en texto o código fuente.
Gratuito, es compatible con hasta 39 idiomas (entre ellos el español) y se puede utilizar tanto en portátiles y Chromebooks como teléfonos móviles y tablets. El único requisito es disponer de una conexión a Internet y usar un navegador web como, por ejemplo, Google Chrome, Microsoft Edge o Firefox. Además, es gradual: esto significa que su aprendizaje (tanto de los conceptos de la programación en sí como de su sintaxis) se produce de manera progresiva.
Y es que este lenguaje de programación está dividido en niveles y su complejidad aumenta a medida que los estudiantes aprenden nuevos comandos y variables que practican a través de las actividades sugeridas: por ejemplo, propone un juego de piedra, papel y tijera, otro en el que tienen que mover una tortuga, uno que se basa en una casa embrujada… Los profesores, igualmente, pueden crear sus propios ejercicios.
Cómo utilizar Hedy Code en el aula
Para utilizarlo es necesario que el docente se registre en la página de Hedy Code; un proceso que se completa de manera rápida y sencilla, permitiéndoles crear aulas virtuales a las que el alumnado se une de dos maneras: creándoles su propia cuenta de usuario o facilitándoles un enlace de acceso que deben copiar al entrar. Estas clases se gestionan y personalizan como se prefiera e, incluso, tienen la opción de ojear estadísticas para saber cómo evolucionan.
Hedy Code cuenta con algunas características que resultan interesantes como, por ejemplo, un apartado desde el que se consultan los programas que han realizado otros usuarios, ya que este lenguaje de programación permite compartir aquello en lo que se trabaja. Destaca, por otro lado, el apartado ‘Puzles’: en estos ejercicios, las líneas de código ya están escritas y los estudiantes lo que deben hacer es colocarlas en el orden correcto para que al ejecutar ese código el programa funcione correctamente.
Por su parte, la sección ‘Cuestionario’ es útil para saber si el alumnado entiende aquello que se le enseña en cada uno de los niveles; en este caso, se incluye un test para cada nivel. Si no aciertan una respuesta, aparece automáticamente una explicación que les ayuda a entender dónde está el error cometido. Incluso existe una comunidad de usuarios a la que unirse y donde compartir conocimientos y experiencias.