En el último año no han parado de aparecer nuevas inteligencias artificiales de tipo generativo, tanto en lo que se refiere a la creación de textos como de imágenes y otros recursos multimedia. Y entre todas ellas, Google ha presentado Gemini. Esta IA tiene como objetivo dar acceso a los usuarios más jóvenes para que puedan colaborar con ella de una manera lo más segura posible, pues sus búsquedas se basan en fuentes fiables que les permiten distinguir cuándo lo que dice una IA es algo en lo que realmente confiar. De hecho, la primera vez que un adolescente le hace una pregunta, Gemini ejecuta automáticamente su función de comparar respuesta , que ayuda a evaluar si hay contenido en la web que corrobore la respuesta. Además, desde Google recomiendan activamente el uso de doble verificación para ayudarlos a desarrollar habilidades de alfabetización informacional y pensamiento crítico.
Para poder utilizarla, es necesario tener al menos 14 años de edad y ser titular de una cuenta personal de Google. Además de la edad, Gemini dispone de ciertos límites en lo que se puede o no preguntar, con el fin de promocionar una búsqueda de información segura que límite el contenido inapropiado para la edad.
Buscar inspiración, ampliar conocimientos, comprender conceptos…
“Los adolescentes pueden utilizar Gemini para encontrar inspiración, descubrir nuevos pasatiempos y resolver problemas cotidianos, resumir apuntes, buscar ideas o consejos para mejorar sus trabajos... Por ejemplo, pueden pedirle consejos sobre cómo redactar un discurso para el delegado de la clase, sugerencias sobre a qué universidades postularse o formas de aprender un nuevo deporte”, explican desde Google. Y para utilizarla tan sólo tienen que formularle una pregunta y el chatbot, en cuestión de segundos, responderá con información veraz o con consejos que ayuden al estudiante a resolver sus dudas o a mejorar sus tareas.
Además, puede ser una herramienta de aprendizaje útil para los adolescentes, ya que les permite profundizar en los temas, comprender mejor determinados conceptos y practicar nuevas habilidades. “Podrían, por ejemplo, pedirle que los ayude a generar ideas para proyectos de ciencias o aprender más sobre un período específico de la historia”, afirman desde la compañía.
Y para un aprendizaje aún más interactivo, han incorporado una experiencia de aprendizaje de matemáticas. Con ella es posible escribir o cargar una imagen de una ecuación matemática y Gemini no se limitará a dar la respuesta, sino que compartirá explicaciones paso a paso sobre cómo resolverla. De esta manera, se evita el ‘temor’ que muchos docentes tienen respecto al uso de IAs generativas, ya que los estudiantes no copiarán el resultado, sino que podrán comprender mejor el proceso de resolución del ejercicio.
Con un enfoque responsable
Google ha realizado un trabajo previo de preparación para poder adaptar esta herramienta al uso de los menores: consultaron con expertos en seguridad y desarrollo infantil para ayudar a dar forma a sus políticas de contenido y una experiencia que priorice la seguridad de los estudiantes. Y organizaciones como el Family Online Safety Institute (FOSI) les asesoraron sobre cómo tener en cuenta las necesidades de los adolescentes y las familias. “El enfoque reflexivo de Google para ampliar el acceso de Gemini a los adolescentes representa un importante paso para ofrecerles la oportunidad de explorar esta tecnología con las salvaguardias adecuadas”, subrayan desde Google.
Además, los adolescentes también participaron activamente en la elaboración de Gemini, ya que compartieron sus preguntas sobre cómo usar la IA generativa y aportaron consejos respecto a sus propias limitaciones. Así, Google ha decidido incorporar a Gemini recursos como una Guía de alfabetización en IA, un vídeo con consejos sobre cómo usarla de manera responsable. Además, los estudiantes pueden acceder a la guía de IA en educación, en la cual aprender cuestiones relacionadas con el uso de la inteligencia artificial que se puede acceder con las herramientas de Google Workspace for Education. Y para garantizar la ciberseguridad de los menores, es capaz de reconocer áreas que son inapropiadas para ellos, a través de barreras de seguridad para ayudar a evitar que aparezca contenido inseguro, o prohibidas por edad en las respuesta.