¿Buscas un proyecto para acercar la programación a estudiantes de Infantil y Primaria? Escornabot lo hace posible a través del juego, animándoles a construir un robot con sus propias manos. Basta con acceder a su página web y descargar los ficheros para imprimir las piezas en 3D y reunir la electrónica y accesorios (placa, ruedas, motores…) necesarios para su funcionamiento. 

Creado por un grupo de docentes y desarrolladores españoles, su curioso nombre proviene de la unión de las palabras ‘escarabajo’ y ‘robot’ en gallego. Y es que su diseño está inspirado en la forma del lucanus cervus o ciervo volante: un escarabajo de gran tamaño que se caracteriza por su capacidad de moverse y explorar su entorno. 

escornabot

¿Qué hace especial a Escornabot?

Como se trata de un proyecto de código abierto, todos los ficheros, esquemas y manuales son públicos, y cualquiera puede construir, modificar y adaptar las características del robot según sus necesidades: ponerle sensores, LEDs, cambiar la apertura del ángulo de giro, la distancia que avanza… 

De hecho, su web cuenta con diferentes apartados en los que se explica cómo crear un Escornabot, los tipos que existen y algunos tutoriales, materiales y recursos de descarga que guían en el proceso. Además, para programarlo se emplean placas de tipo Arduino que se conectan a los botones del robot y permiten ejecutar diferentes secuencias de movimientos al pulsarlos. Por tanto, la complejidad del montaje y programación, así como el precio, dependerán del tipo de robot que se desee construir. 

Alrededor de Escornabot también se ha creado una amplia comunidad que comparte material educativo, nuevas versiones del robot y distintos elementos que se pueden agregar para vestirlo o programarlo

Evolución de Escornabot

El proyecto Escornabot nació en julio de 2014 en un laboratorio de Galicia, y desde entonces se han desarrollado diferentes versiones del robot con distinto nombre, tipo de montaje y posibilidades. La primera, llamada Placidus, utilizaba un modelo de chasis con las placas de los controladores de los motores en los laterales y los botones sobre ellas. También se le añadió tecnología Bluetooth y se controlaba enviando líneas de texto para describir los comandos de movimiento mediante la app Android Bluetooth terminal. 

Posteriormente, se diseñó un chasis más compacto, reduciendo el plástico y el tiempo de impresión de las piezas hasta el 50%. Así nacieron los modelos Brivoi Audacious y Brivoi Compactus (los disponibles actualmente), que introdujeron el concepto de hardware modular: usaban soportes (brackets) para unir sus componentes a la electrónica, las baterías y otros módulos opcionales. Sus reducidas dimensiones también facilitaban la opción de realizar giros en casillas cuadradas de 10 x 10 cm. 

Además, se introdujo el comando de pausa y se simplificó el código, lo que permitía ampliar el comportamiento del robot más fácilmente. Desde ese momento, también se diseñaron placas de hardware específicas: una ‘Escornaboard’ que integra el Arduino Nano, un controlador para dos motores paso a paso, el zumbador y otros conectores e interruptores útiles en una placa de 5cm x 5cm board; la ‘Escornashield Keypad’ que facilita el montaje de la botonera; y un ‘Arduino Shield’ preparado para conectarse a un Arduino Uno/Mega.