En las aulas en las que hay un dispositivo por alumno —portátiles, tabletas, convertibles…— se consigue personalizar e individualizar al máximo el proceso de enseñanza- aprendizaje, permitiendo que cada uno de los estudiantes trabaje a su ritmo. No vale cualquier dispositivo, y los expertos señalan la necesidad de que estén preparados tanto en el aspecto de hardware como en el de software: se valora un diseño portátil pero robusto y se considera indispensable que integren plataformas, programas y aplicaciones adaptadas a currículo y con aplicación educativa.
Destaca por su diseño convertible, así como por la integración del kit de herramientas y contenidos digitales HP School Pack 2.5, diseñado para ofrecer un aprendizaje colaborativo y personalizado.
La última versión de la tableta de Apple es más económica, permite trabajar con dos aplicaciones a la vez y ofrece una autonomía de 10 horas.
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Su diseño es resistente al polvo, al agua y a las caídas, e incorpora la tecnología hey! que, a través de la combinación de un software con un panel de LEDs situado en la parte trasera, mejora la comunicación entre profesores y alumnos.
Posee un chasis robusto, un teclado resistente a las salpicaduras y teclas hundidas difíciles de extraer. Además, no tiene ventilador, por lo que su funcionamiento es muy silencioso.
Ambos equipos tienen en común el tamaño de pantalla, la configuración y el uso de Windows 10. Se diferencian, sin embargo, en que el primero es un portátil y el segundo es un
modelo convertible.
Con Windows y una pantalla táctil de 11,6 pulgadas, incluye la solución WRITEit and REACHit de la propia firma, que ayuda a mejorar la colaboración y productividad entre estudiantes y educadores.
Un modelo convertible de 11 pulgadas compatible con Acer TeachSmart: una luz LED situada en la tapa del equipo que se ilumina en cuatro colores según las indicaciones de los alumnos.
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