En la actualidad, el 51% de los hogares españoles cuentan con conexión a Internet para teletrabajar, navegar por la red, visualizar contenidos en streaming o jugar a juegos online, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Y como la oferta para contratar un servicio de fibra óptica es cada vez más amplia, es importante tener en cuenta diversos aspectos para que la alternativa elegida se adapte lo mejor posible a las necesidades de cada usuario evitando así, por ejemplo, pagar de más por un servicio que quizás no se vaya a disfrutar por completo. Por ello, la mejor opción para comparar y ahorrar es recurrir a comparadores de tarifas de fibra, que realizan una búsqueda de las ofertas disponibles en los principales operadores del mercado y permiten estudiar sus prestaciones al detalle. Algunas de las cuestiones más relevantes que tienen en cuenta estos comparadores son:
Velocidad
Uno de los primeros aspectos a valorar al contratar una tarifa u otra es la velocidad de subida y bajada. La primera es con la que enviamos información a Internet desde nuestro ordenador o móvil (mandar mails, ficheros de peso, mantener videoconferencias con calidad…); mientras que la segunda es la velocidad de descarga de datos, es decir, el tiempo que tarda la información en llegar a nosotros desde Internet (ver películas en streaming, leer contenidos, descargar datos…). Por ello es importante saber tanto las tareas que se vayan a realizar online como el número de dispositivos que se van a conectar. Además, otro factor a tener en cuenta es si la compañía ofrece velocidad simétrica, lo que significa que ambas sean las mismas.
Las ofertas básicas suelen incluir una velocidad de subida de 100 MB por segundo, que se adaptan a hogares en los que vayan a conectarse dos o tres personas como máximo y para realizar tareas básicas. Mientras, las tarifas más contratadas suelen oscilar entre los 300 y los 600 MB y resultan adecuadas para el acceso de hasta 10 usuarios simultáneos que quieran teletrabajar, ver contenidos en 4K o jugar online.
La velocidad máxima en estos momentos alcanza 10.000 MB por segundo, lo que posibilita conexiones de más de 10 usuarios a la vez y con las que realizar cualquier tarea sin problemas de velocidad. Esta última está pensada sobre todo para empresas o para hogares que ejerzan de ‘oficinas’ en las que teletrabajan varias personas a la vez.
Permanencia
Otro aspecto primordial es el tiempo que cada compañía obliga a permanecer una vez firmado el contrato. Normalmente, esta cifra oscila entre los 3 o 6 meses hasta los 18 meses, y algunas de ellas suelen contar con ofertas de los primeros meses a coste reducido para luego ir aumentando con el paso del tiempo. También hay otras que ofrecen fibra sin necesidad de permanencia, pero la mayoría de ellas sí que disponen de un tiempo mínimo de estancia.
En este sentido, un punto clave a tener en cuenta es que en caso de que se vayan a producir cambios en la tarifa inicialmente contratada, como puede ser una subida del precio o una alteración de las condiciones, el cliente sí que tiene derecho a rescindir el contrato sin necesidad de cumplir con la permanencia establecida. De igual manera, si el servicio contratado es deficiente, es posible dejar la compañía sin coste. En este caso, no se trataría de una baja, sino de una resolución de contrato por incumplimiento previo de la empresa, pues no está permitido que una compañía ofrezca servicios a un precio y que después no los cumpla, como indica el artículo 1.124 del Código Civil.
Precios e instalación
Y, por supuesto, otro tema muy importante a valorar a la hora de decantarse entre una tarifa de fibra óptica u otra es el precio. Gracias a los comparadores es posible visualizar cuáles son las ofertas con una mejor relación calidad-precio. Además, hay que considerar que algunas de ellas requieren un pago ‘extra’ por instalación, ya que un equipo técnico se tiene que desplazar hasta el hogar para realizarla.