Cuando pensamos en herramientas o plataformas para aprender a programar, lo más habitual es relacionarlas con tecnología y dispositivos electrónicos; pero no siempre es necesario tener una pantalla delante para trabajar el pensamiento computacional, la lógica y la resolución de problemas. De hecho, las conocidas como ‘actividades desconectadas’ son cada vez más populares, y trabajan este procedimiento sin necesidad de un ordenador o una tablet. Una de estas propuestas es CodyRoby, un conjunto de juegos ‘DIY’ (es decir, que puedes crearlos tú mismo) que permite a los estudiantes de cualquier nivel aprender programación y desarrollar estas habilidades empleando sus propias manos.
¿En qué consiste CodyRoby?
El juego se basa en principios fundamentales de la programación como las secuencias de comandos, las instrucciones condicionales y los bucles, pero todo se presenta de manera sencilla, por lo que no son necesarios conocimientos previos de codificación. Así, está planteado como un juego de mesa en el que los estudiantes deben resolver una serie de desafíos a través de sus dos personajes protagonistas: Cody, el robot programador, y Roby, el compañero que realiza las acciones. El kit descargable para principiantes (Primaria) está compuesto por un tablero, cajas, fichas y cartas que representan las instrucciones: avanzar, girar a la derecha y girar a la izquierda.
Durante el juego, Cody selecciona una carta y se la pasa a Roby, que deberá moverse por el tablero para recoger un objeto y tendrá que resolver problemas o tomar decisiones que involucran la lógica. Para niveles más avanzados (Secundaria), es posible ampliar el juego introduciendo cartas de iteración y de condición.
Características clave de CodyRoby
Además de su aspecto lúdico, CodyRoby cuenta con otras características que hacen de él una alternativa idónea para aprender programación:
Enfoque práctico y DIY (hazlo tú mismo)
Los estudiantes usan piezas físicas como tarjetas, bloques y tableros que deben manipular para crear soluciones, lo que fomenta el trabajo en equipo y la interacción directa con los materiales.
Desarrollo de habilidades de pensamiento lógico
A través de la resolución de desafíos, el alumnado aprende a organizar sus ideas de forma secuencial, lo que resulta crucial para entender algunos conceptos de programación. También desarrolla habilidades de resolución de problemas, ya que debe encontrar la mejor manera de programar a Roby para que cumpla cada tarea.
Adaptable a diferentes niveles educativos
Es compatible con diferentes edades y niveles, y los retos pueden volverse más complejos a medida que los estudiantes avanzan en su comprensión de los principios de la programación. Por ejemplo, en Primaria el alumnado comienza a familiarizarse con conceptos básicos de programación como las secuencias y las instrucciones, y los juegos pueden involucrar tareas simples como mover a Roby por un tablero siguiendo una secuencia de instrucciones. Para los estudiantes de Secundaria, por su parte, los desafíos incluyen conceptos como bucles y condicionales, por lo que es posible plantear problemas que combinen diferentes acciones y decisiones para ayudarles a entender las bases de la programación estructurada.
Promueve el aprendizaje colaborativo
Al ser un juego de mesa, es posible trabajar en equipo, intercambiando ideas y soluciones; esto fomenta tanto el aprendizaje colaborativo como el desarrollo de habilidades sociales.
Fomenta la creatividad
Los estudiantes tienen libertad para experimentar con diferentes soluciones a los problemas planteados, lo que les permite usar su creatividad mientras aprenden.