Las cámaras de los teléfonos móviles son cada vez más avanzadas y esto ha hecho que muchos usuarios que antes utilizaban la clásica compacta se hayan olvidado para siempre de ella. Ahora bien, es probable que los más nostálgicos echen en falta salir en sus propias instantáneas (a no ser que ‘tiren’ de selfies) y que estén un poco cansados de estar siempre al otro lado del objetivo. A ellos se dirige la Canon PowerShot PX, una propuesta que no deja indiferente y es que, a pesar de que su diseño recuerda a un dispositivo de videovigilancia, en realidad es una cámara compacta (hay disponible una versión en negro y otra en blanco) que hace fotografías y toma vídeos con calidad Full HD por ella misma.
El exterior
Fabricada en plástico de buena calidad que garantiza su resistencia, su tamaño compacto (8,19 x 5,64 cm) y peso ligero (170 gr) facilitan su transporte. La parte inferior, que es la base, incorpora una rosca para acoplar un trípode si le hiciese falta al usuario, el botón de encendido/apagado, el de conexión al teléfono móvil, un puerto USB de clase C para recargar la batería y una ranura para tarjetas de memoria microSD; tanto este puerto como la ranura están protegidas por una pestaña que se abre y cierra fácilmente. Además, en esta base hay un indicador de estado LED, un micrófono y un altavoz.
Mientras, en la parte superior de la Canon PowerShot PX se ubican la lente y el objetivo zoom con giro e inclinación para tomar las imágenes y hacer los vídeos. Desde el punto de vista técnico, dispone de un sensor CMOS de 11,7 píxeles de resolución y de un objetivo (el ángulo de visión es correcto) que soporta giros de 170º hacia la derecha e izquierda, y que también se inclina hacia arriba (+90º) y abajo (-20º).
La experiencia
Provista de tecnología Wi-Fi además de Bluetooth, para sacarle el máximo partido hay que descargarse la aplicación gratuita Connect app for Mini PTZ Cam que está disponible tanto para el sistema operativo Android como iOS. Es una app sencilla de utilizar que permite controlarla manualmente y de manera remota: por ejemplo, acercando o alejando la imagen si aplicamos zoom, ajustando la exposición o eligiendo la dirección hacia la cual queremos que ‘mire’ la cámara.
Sin embargo, lo interesante de esta Canon PowerShot PX es que gracias a su tecnología graba vídeos y toma fotografías automáticamente sin que tengamos que hacer nada; este modo de disparo automático, eso sí, hay que configurarlo de manera previa ajustando unos controles desde la pestaña ‘Ajustes’ en función de nuestras necesidades. Por otro lado, una de las opciones que más me ha llamado la atención es que le ‘podemos decir’ que tome más fotografías de unas personas que de otras (menú ‘Ajuste de prioridad’). También que responde a comandos de voz: así, por ejemplo, si le decimos ‘Hola Pixie, haz una fotografía’ u ‘Hola Pixie, haz un vídeo’ la cámara obedece a nuestras órdenes al instante. Sucede lo mismo si le solicitamos que realice una pausa o cambie de enfoque. Esta aplicación facilita, por otro lado, consultar el estado de la batería.
Las imágenes y los vídeos registrados no solo se guardan automáticamente en la tarjeta de memoria microSD que necesitamos para utilizarla (admite modelos de hasta 16 GB de tamaño), sino también en una galería que hay dentro de la app. Esta galería es ‘inteligente’ dado que aplica unos algoritmos que seleccionan las mejores imágenes. En cuanto a la calidad de las fotografías y los vídeos, y a pesar de su tamaño tan pequeño, garantiza buenos resultados en términos de nitidez, interpretación de los colores o enfoque. El único ‘pero’ es que incorpora un sistema de sonido de alertas (se activa, entre otros, si la conexión entre la cámara y el teléfono móvil se pierde) que resulta un poco molesto.
- Cámara inteligente con reconocimiento facial que capta automáticamente momentos y recuerdos