Los lenguajes de programación basados en bloques son la alternativa más recomendable para que los estudiantes se adentren en esta disciplina de una manera intuitiva y divertida. Aunque Scratch es el más conocido de todos, existen otros como Hello Blocks!, Snap! o Blockly. Este último es el editor de programación de Google: se caracteriza por ser un lenguaje de código abierto que tiene el respaldo de una comunidad de desarrolladores y ser compatible con los principales navegadores web (Chrome, Edge, Firefox, Safari y Opera). Además, a diferencia de otros lenguajes visuales el código generado se transcribe automáticamente a otros más avanzados como PHP, JavaScript y Python.
Categorías de bloques
La interfaz gráfica de Blockly posee un diseño sencillo que incluye un conjunto de bloques que son los que tiene que ‘soltar y arrastrar’ el alumnado para programar. Así, en función del comando u orden que ejecuta utiliza uno u otro; como sucede con otros lenguajes de este tipo cada bloque es identificado con un color. La propuesta de Google los divide en varias categorías. El de ‘Matemáticas’, por ejemplo, se usa para efectuar diferentes operaciones (suma, resta, división, multiplicación…) y resulta útil para que los estudiantes desarrollen programas que automáticamente realizan cálculos matemáticos. Mientras, el bloque ‘Bucles’ se emplea para crear estructuras de repetición dentro de un programa y el de ‘Lógica’ cuando se desea indicar una condición, de ahí que se utilicen comparaciones como ‘mayor que’, ‘igual a’, menor que’ y operadores lógicos como ‘IF’, ‘NOT’, ‘AND’ y ‘OR’.
Blockly dispone también de un bloque llamado ‘Color’ y otro ‘Listas’: el primero aplica un determinado color a un fondo o texto y el segundo se recomienda en aquellos casos donde varios elementos necesitan ser agrupados (estas listas pueden modificarse en cualquier momento). Este lenguaje de programación integra, asimismo, un bloque ‘Texto’ (para programar y trabajar con cadenas de texto) y otro llamado ‘Variables’ donde la información puede modificarse para que el programa se ejecute de una forma u otra.
Destaca, por otro lado, una amplia zona de trabajo donde se arrastran y se reorganizan los bloques. En esta misma área, el alumnado tiene a su disposición una papelera donde depositar los que ya no utiliza y una herramienta de zoom para acercar y alejar.
Juegos Blockly para programar
Cuando los estudiantes ya se han familiarizado con Blockly el siguiente paso es que pongan en práctica los conocimientos que han adquirido. En este sentido, la página web Blockly Games (disponible en diferentes idiomas, entre ellos el español) propone varios juegos de programación de distinta dificultad. El más sencillo es un puzzle y lo que debe hacer el alumnado es encajar correctamente los diferentes bloques de programación entre sí.
A partir de aquí la complejidad aumenta. Así, con los juegos del ‘Pájaro’, ‘Laberinto’ y ‘Tortuga’ repasan cómo utilizar los bloques ‘Bucles’ y ‘Lógica’. En el caso de profundizar en el bloque ‘Matemáticas’, el juego ‘Película’ es la opción más recomendable: el objetivo es dibujar la silueta de una persona y darle movimiento. Incluso existe una actividad musical para programar notas musicales. Uno de los juegos que tiene una mayor dificultad es el del ‘Estanque’ porque se introduce además la programación basada en texto a través de JavaScript.