A la hora de elegir unos auriculares para nadar en la piscina o en el mar no basta con que sean resistentes a las salpicaduras o el sudor; es imprescindible que puedan sumergirse. ¿Cómo saber si los tuyos lo son? Hay que fijarse en su certificación IP: estas siglas y el número que las acompaña informan sobre el grado de protección de los dispositivos frente a la entrada de elementos como la arena, el polvo y el agua. Cuanto más alto sea ese número, mayor será su protección.
Y en el caso de los auriculares sumergibles deben contar con certificación IP68, que indica que soportan los efectos de la sumersión a un metro o más y, al menos, durante 30 minutos. Pero, además, necesitarás que incorporen bandas que rodean la cabeza y eviten que se muevan al nadar; y te resultará muy útil que funcionen de forma independiente, sin conectarse al móvil ni a ningún otro dispositivo. Seleccionamos cinco auriculares acuáticos para disfrutar de la música fuera y dentro del agua.
Sony NW-WS623 Walkman
Es idóneo para nadar y practicar deportes acuáticos en el mar, porque resiste el agua salada y es posible sumergirlo hasta dos metros durante media hora. Además, cuenta con una memoria interna de 16 GB para almacenar toda la música que se desee o, si se prefiere, es posible conectarlos mediante Bluetooth con un smartphone u otro dispositivo para reproducir más contenidos de audio o listas de plataformas de streaming. Y gracias a su modo de sonido ambiental, el usuario siempre estará conectado con lo que pasa alrededor, incluso cuando escucha música.
SHOKZ OpenSwim
Gracias a su diseño abierto, no bloquean los oídos y aseguran aseguran una escucha cómoda, evitando sobresaltos al nadar. Además, están equipados con tecnología de conducción ósea que transmite el sonido mediante ondas a través de los huesos del cráneo con la máxima calidad, incluso en las brazadas o giros dentro del agua. Otros aspectos destacables son su autonomía de hasta 8 horas, su resistencia para sumergirse hasta dos metros y que se ajustan perfectamente a la cabeza, siendo compatibles con gorros de natación, gafas y tapones para los oídos.
IFECCO X5
Aunque están provistos de tecnología Bluetooth 5.3 para reproducir música inalámbrica desde dispositivos compatibles cuando se está fuera del agua, funcionan de forma independiente: cuentan con una gran capacidad de almacenamiento interno de 32 GB, lo que asegura horas y horas de entretenimiento al nadar o relajarse dentro de la piscina. A su vez, integran dos micrófonos para mantener conversaciones manos libres y su control resulta bastante sencillo: un indicador LED ayuda a conocer el nivel de carga de la batería y de tres botones para las funciones de avanzar o retroceder pista, subir y bajar volumen o cambiar entre modo Bluetooth y biblioteca MP3.
Monodeal S800
Con tan sólo 30 gramos de peso, la ergonomía es su punto fuerte: están fabricados con un marco de aleación de titanio de alta resistencia y efecto memoria de recuperación de curvatura, lo que significa que se mantienen estables durante el ejercicio intenso y su estructura no se deforma. Además, su tecnología Bluetooth 5.3 asegura una conexión más estable, mayor velocidad en la transferencia de datos y más detalles musicales. Por otra parte, pueden almacenar y leer hasta 8.000 archivos en diversos formatos (FLAC, WMA, AAC, WAV, APE y M4A), e integran un sistema de carga rápida magnética que proporciona hasta 8 horas de reproducción con dos horas de carga.
Sanoto X2
Su tecnología Bluetooth permite disfrutar de música, podcasts o cualquier otro contenido hasta con una distancia de 15 metros respecto a la fuente de sonido y, también, el emparejamiento de los auriculares con dos dispositivos de forma simultánea para cambiar con rapidez entre ambos. Y si se prefiere aprovechar su memoria interna de 8 GB para almacenar los ficheros en el propio auricular, basta con conectar el cable magnético de carga por el extremo USB al ordenador y empezar a copiar los archivos en la carpeta habilitada para ello.