Los métodos que ayudan a dominar la competencia de aprender a aprender

Rosa María Palomares, profesora de Inglés en el IES Leonardo da Vinci (Puertollano, Ciudad Real), hace un recorrido por diferentes técnicas de estudio para que los docentes puedan ayudar a su alumnado a desarrollar la competencia de aprender a aprender.

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Aprender A Aprender

‘Aprobar no es lo mismo que aprender’. Partiendo de esta premisa y haciendo una autocrítica, se nos presenta la siguiente pregunta: ¿sabemos estudiar de manera eficaz? En el último año y medio se han divulgado varias investigaciones sobre cómo aprende el cerebro; a partir de los resultados obtenidos, se han publicado varios libros que recopilan técnicas de estudio que nos ayudan a trasladar el conocimiento de la memoria de trabajo al gran almacén que es nuestra memoria de largo plazo y, a su vez, mejoran la tan preciada competencia de Aprender a aprender. Como ejemplos de autores que han escrito sobre este tema tan actual, están los ingenieros estadounidenses Bárbara Oakley y Terrence Sejnowski, el profesor británico Alistair McConville o el neurobiólogo español Héctor Ruiz, entre otros. A continuación haré un pequeño recorrido por los métodos más eficaces.

Evitar procrastinar

Si hay que hacer una tarea: ¡pongámonos a ella! Procrastinamos (o aplazamos hacer una obligación o tarea) porque nuestro cerebro activa la corteza insular cuando se trata de hacer algo que no nos gusta. Esta parte del cerebro es la responsable de sentir dolor y ¡a nadie le gusta sufrir! Por eso evitamos hacer dicha actividad hasta que no nos queda más remedio. Pero hay que pensar que esa molesta sensación no es física, sino psicológica. Desaparecerá en cuanto nos pongamos a ella. Procrastinar aumenta nuestra ansiedad y estrés bloqueando la capacidad de nuestro cerebro para aprender. Para evitar procrastinar, el ingeniero informático Francesco Cirillo inventó la técnica Pomodoro, que se divide en cuatro partes:

Técnicas Aprender A Aprender
  • Eliminar todo aquello que nos distraiga. Es aconsejable hacer una lista con todos esos objetos que hacen que la atención no se centre y ocultarlos a la hora de estudiar.
  • Poner 25 minutos en un temporizador. Forest, por ejemplo, es una app muy útil para practicar pomodoros.
  • Centrarse durante ese período de tiempo. No se debe cambiar de tarea ni tener como objetivo acabarla, solo hay que centrarse en aprender.
  • Recompénsate, que es la parte más importante de esta estrategia. Al igual que a nuestro cerebro no le gusta sufrir, sí le encantan los placeres. Trabajará mejor durante esos minutos si sabe que al finalizar tiene un premio.

Recordar activamente

Es una técnica muy sencilla por la que solo hay que leer el material con atención y recordarlo. Sin embargo, si hay palabras o ideas que no se entienden, se deben aclarar previamente puesto que recordar algo que no entendemos, no funciona. Una vez leído y entendido el contenido, se tapa o bien se cierra el libro y recordamos lo leído. Para hacerlo de manera eficaz, hay que levantarse de la silla, imaginando que nuestro espacio de trabajo es un aula llena de alumnado a los que vamos a explicar lo leído. Hay que contarlo en voz alta. Si tenemos vergüenza de que nos oigan hablar, podemos hacerlo escribiendo en una hoja las palabras clave. Es normal que no nos acordemos de todo; si esto sucede, se echa un vistazo a los apuntes y se sigue recordando.

Recordar Aprender A Aprender

Una técnica similar fue creada por el premio Nobel de física Richard Feynman. En ella se propone repetir el contenido imaginando que se lo estamos contando a un niño. Con ello, usamos estructuras más sencillas que fijaremos mejor en la memoria. Gracias a este método, nuestro cerebro crea ‘cadenas neuronales’ fuertes que harán que aprendamos con éxito. Por tanto, hay que evitar leer y releer una y otra vez los contenidos o subrayar grandes párrafos. No funciona. Leer atentamente y, luego, recordar junto con subrayar solo las palabras clave que nos hagan recordar el contenido es la mejor manera.

Tarjetas didácticas

Con esas palabras clave podemos crear ‘tarjetas didácticas’: en una cara se pone una palabra o un dibujo y en la otra, su explicación. Gracias a ellas, podremos repetir el contenido tantas veces como queramos en diferentes lugares. Es importante recordar activamente en lugares diversos porque así no asociamos el contenido con ningún objeto o sentimientos que nos recuerde el lugar de trabajo. Si se evoca en distintos sitios, incluso en el aula donde se hará el examen, habremos preparado mucho mejor al cerebro para enfrentarse a la prueba.

Repetición espaciada

Las ‘tarjetas didácticas’ nos llevan a otra táctica de aprendizaje, como es la ‘repetición espaciada’. No hay que olvidar que nuestro cerebro es un músculo y, como tal, hay que fortalecerlo todos los días si queremos que funcione correctamente, así como mantener una buena salud mental. Como los grandes deportistas hacen con su cuerpo antes de una competición, se debe entrenar al cerebro antes del día del examen.

Estudiar la tarde previa y ‘atiborrarse’ a información no funcionará para aprender, como a un deportista no le funciona entrenar el día previo a competir. Hay que ir poco a poco, todos los días esforzándose un poco más. Se entiende como repetición espaciada a repasar y practicar periódicamente los contenidos, pues es la única manera de ejercitar al cerebro en aquello que queremos aprender. Una buena planificación de estudio hará que estemos mejor preparados el día del examen.

Repetir implica practicar los ejercicios o contenidos que queremos aprender. Pero hay que seguir un orden y empezaremos por lo más difícil. A este método se le llama ‘práctica deliberada’. Un error que cometemos al estudiar es el aprendizaje perezoso: empezar por lo que resulta más fácil y ya conocemos. En consecuencia, nos creamos la falsa ilusión de saberlo todo. Centrémonos en lo difícil, leyéndolo, recordándolo y entendiéndolo y acabaremos nuestro tiempo de estudio repasando lo que ya sabemos.

Trabajar en grupo

Es una técnica adecuada para trabajar las partes más difíciles, ya que nos ayuda a darnos cuenta de nuestras debilidades y de nuestras fortalezas. Trabajar en grupo implica llegar puntual, haber estudiado previamente el contenido con el que se va a trabajar y evitar hacer de esa reunión un club social. En estas reuniones podemos ‘ponernos a prueba’, es decir, hacernos exámenes o preguntarnos unos a otros. Autoevaluarse es, junto con la repetición espaciada y recordar activamente, una de las tres claves esenciales del aprendizaje eficaz. No hay que preocuparse por los errores, nos ayudan a saber cuáles son nuestras debilidades y a cambiar nuestras ideas.

Trabajar En Grupo Aprender A Aprender

El palacio de la memoria

¿Sabías que el cerebro tiene predilección por las imágenes y, por tanto, las recuerda mejor que contenidos basados en hechos? En tiempos del filósofo Cicerón se usaba la técnica del palacio de la memoria y en el siglo XXI sigue siendo una de las más útiles. Consiste en pensar en un lugar familiar y otorgar un contenido de los que estamos aprendiendo a los diferentes objetos que nos encontramos en ese espacio. Una vez asignados todos los contenidos, pensamos un recorrido y damos un paseo mental por el lugar escogido relacionando contenido y objeto.

Dormir

Todas estas estrategias no funcionarán si no se tiene en cuenta la última y la más importante. Todas dependen de ella: dormir. Gracias a esta actividad, evitamos que el cerebro se llene de toxicidad metabólica porque al dormir, el cerebro limpia y tira a la basura toda aquella información innecesaria, quedándose con la que le es útil para fortalecerla y ordenarla. Antes de hacerlo, es aconsejable llevar a cabo dos actividades: primero, hacer un repaso rápido de lo que se ha estudiado para que el cerebro piense en ello mientras dormimos; y, segundo, si queremos conciliar el sueño rápidamente, escribiremos en una lista las cosas que vayamos a hacer al día siguiente para descargar al cerebro con tareas a pensar.

Dormir

Mediante estas técnicas, modificamos nuestro cerebro, es decir, cuando aprendemos, el cerebro cambia. A esta capacidad de cambio se le llama Plasticidad cerebral y, gracias a ella, todos podemos llegar a ser grandes estudiantes y dominar la competencia de Aprender a aprender.

1 comentario
  • Muy interesante, todos lados dicho iria anexado a la disciplina, el autodisciplinarnos ayuda, teniendo como base la organizacion...programar nuestra agenda y cumplirla, nos permitirá lograr objetivos, llegar a la meta

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