Desarrollan la capacidad motriz, la memoria visual y también sirven para combatir el estrés. Por ello, estos ‘juegos’ son grandes aliados para aquellos que necesiten trabajar la paciencia y la concentración.
Resolver rompecabezas tiene múltiples beneficios que van más allá del entretenimiento tanto para los mayores como para los más pequeños de la casa: mejoran la concentración, aumentan la memoria, ejercitan la mente, y son idóneos también para trabajar la motricidad fina y reconocer mejor las formas y colores. Hemos seleccionado varios rompecabezas para hacer durante las vacaciones este verano.
Índice de contenido:
Las fichas de este juego tienen las formas de las piezas del tetris, y los jugadores tienen que ir colocándolas por turnos como si del popular juego se tratase eligiendo la que le salga en cada carta. ¿El reto? Conseguir que no se caiga la estructura. Hay una versión con 32 piezas y otra que contiene 48.
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Indicado para mayores de 6 años, para jugar hay que mover las bolas de colores y colocarlas en su lugar correcto. Por su tamaño, es posible utilizarlo como entretenimiento en el coche durante los viajes.
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Recomendado a partir de 3 años, cuenta con 12 agujeros que hay que hacer coincidir con las bolas interiores de su mismo color. En el centro tiene una esponja que permite que estas bolas se deslicen de una ranura a otra cuando se presiona.
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Encajando las piezas se crean varios tipos de dinosaurios a la vez que descubren y aprenden nuevas cosas sobre estas extintas criaturas.
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Con sus 40 piezas de madera los menores dan rienda suelta a su imaginación para formar figuras diferentes: un robot, un árbol, un paraguas, una flor, una pirámide… Está indicado a partir de 3 años.
Ver en AmazonCon este puzle 3D se pueden crear múltiples formas: desde animales a figuras geométricas. Adecuado a partir de 3 años, está disponible en distintos tamaños y colores. Para su uso hay que crear una línea recta y a partir de ahí girar los triángulos para hacer figuras. Indicado para jugar solo o con amigos a modo competición, es un juguete ligero y fácil de usar, por lo que es perfecto para llevarlo a todas partes.
Creado en China con el nombre Kong Ming Lock (debido a que se basaba en la construcción de los edificios antiguos), la edad recomendada para realizarlo son 6 años ya que, al contener piezas pequeñas, no es conveniente para jugadores más pequeños. Compuesto por piezas de madera, para resolverlo hay que encontrar la manera de encajarlas entre ellas y formar una construcción.
Este rompecabezas es más complejo que los anteriores, por eso es adecuado a partir de los 14 años. En él, pequeñas piezas de metal están unidas y son aparentemente imposibles de separar: cada alambre tiene una forma diferente y una solución distinta al resto. Además, sirve para trabajar la paciencia y la coordinación.
Por un lado, es un cubo de Rubik que hay que resolver de la forma tradicional, ayudando a mantener la atención, adquirir conceptos de lógica y matemáticas y ejercitar la memoria. Por otro lado, es un spinner que gira a gran velocidad, por lo que potencia la motricidad fina y la destreza manual, además de combatir el estrés y la ansiedad.
La cerradura de las cajas secretas de madera son rompecabezas que hay que resolver para poder abrirlas. En este caso, consta de 52 piezas de madera que hay que combinar, para lo que se tarda (la primera vez) unos 40 o 50 minutos. Una vez se sabe ‘la combinación’, la caja se puede utilizar para guardar cualquier objeto.
