El que es uno de los grandes baluartes de la programación educativa cambia de decena: Scratch cumple 10 años desde el lanzamiento de la primera versión que, allá por 2007, comenzaba su andadura desde los laboratorios del MIT Media Lab en Massachusetts.
Scratch cumple 10 años
Es ahora en el mes de mayo, y coincidiendo con la celebración de los Scratch Day 2017, cuando desde el MIT han preparado la tarta para celebrar: en este décimo aniversario de Scratch aprovechamos para echar un vistazo atrás y ver cómo ha evolucionado la programación en el mundo de la educación, y de paso… ¿qué nos deja para el futuro?
Las cifras
En estos diez años, Scratch se ha convertido en una de las herramientas más utilizadas a la hora de enseñar y aprender a programar. Usado por todo tipo de instituciones y en todos los cursos y edades imaginables, las cifras son muy positivas: a día de hoy son más de 22 millones de proyectos los que han sido compartidos en la plataforma en línea por más de 18 millones de usuarios registrados.
Aunque no hay cifras específicas, lo más probable es que Scratch sea el lenguaje de programación más utilizado en colegios e institutos del mundo debido tanto a su facilidad de uso como a la completa gratuidad, siendo un proyecto de código abierto. Diseñado por el Lifelong Kindergarten del MediaLab, en el MIT, y liderado por Mitch Resnick, es precisamente la prestigiosa institución americana la que no sólo mantiene su desarrollo con actualizaciones periódicas, sino que también vuelca nuevas funcionalidades y desarrolla numerosos estudios científicos alrededor de la programación.
https://www.youtube.com/watch?v=Ok6LbV6bqaE
No cabe duda de que Scratch ha influido en multitud de nuevos lenguajes y plataformas para programar, que se han basado en los 'bloques de colores' para crear sus respectivas plataformas. Tampoco podemos negar que Scratch nació, a su vez, influenciado por el mundo LEGO, compañía que estableció relaciones con el MIT —y con Resnick— en el año 1985 y que aún a día de hoy mantiene el contacto a través de productos como los WeDo, compatibles por defecto.
Otra parte del éxito está en la comunidad, y no sólo en esos millones de proyectos compartidos. La cercana Harvard también fomenta el uso de la plataforma en el entorno educativo a través de ScratchEd, un excelente portal con recursos para usar Scratch en clase en todos los niveles, asignaturas, materias, lecciones… y con recursos, guías de actividades y mucho más material que podemos utilizar. Además de esto hay muchos otros sitios que han ido naciendo alrededor de Scratch, y que son excelentes puntos de partida para comenzar y progresar.
También hay libros e, incluso, por aquí tenemos nuestra propia sección, el Proyecto Scratch de los Viernes, que todos los meses actualizamos con mucho mimo. La realidad es que en los últimos años la programación se ha posicionado como una materia imprescindible para el futuro, y cada vez son más los centros que la utilizan con sus alumnos.
El futuro de Scratch
El futuro de Scratch es muy prometedor. Como decíamos antes, el MIT continúa su desarrollo y plantea varias novedades de cara al futuro más próximo.
La primera de ellas es Scratch 3.0, la nueva versión remodelada que llegará a principios de 2018 con un nuevo motor, nuevas características y un modo 'dual' que combinará las posibilidades de ScratchJr. y las de la versión original. Por aquí lo probamos tras su presentación, si bien desde entonces han continuado desarrollándolo y mejorándolo cada pocos días. En GitHub está la versión más reciente.
Y junto a Scratch, otras plataformas como Code.org, Tynker o Codemonkey han sido creadas en estos años, y más que llegarán próximamente. Y la robótica, cada vez más completa y avanzada gracias a todos estos juguetes, que ganarán nuevos sensores, movimientos o sistemas de interacción.
Si la programación ha avanzado en estos últimos años, me temo que los próximos diez serán mucho mejores. ¡Feliz 10º aniversario, Scratch!