Practicar yoga en el aula es muy recomendable y apto para cualquier edad o etapa de desarrollo. Ya le dedicamos una entrada de recusos para introducir el yoga en el aula. Además de los beneficios físicos y emocionales, la práctica del yoga puede servir para la educación en valores a través de ejercicios de relajación-atención-concentración, lo que denominan ‘meditaciones creativas’.
Entre las actividades que realizamos en la escuela se encuentra ‘limpio mi corazón’, un ejercicio con el que tanto niños como jóvenes aprenden a comunicarse entre ellos a través de la calma y la tranquilidad y a expresar de forma asertiva lo que sienten.
Respeto y empatía
Para desarrollar esta actividad, se colocan por parejas, uno sentado y otro detrás. Este último tiene en la mano una esponja en forma de corazón y, al compás de la música de guitarra clásica, va pasando la esponja por la zona dorsal del compañero haciendo círculos, mientras que la otra mano acompaña el movimiento.
El maestro que dirige la actividad da las indicaciones para que los niños imaginen que están limpiando el corazón de su compañero con el jabón del respeto y el agua de la alegría. Una vez terminada la actividad, el que recibe ese ‘lavado espiritual’ le da las gracias a su compañero y se invierten los roles.
Con esta actividad de meditación creativa los niños aprenden el respeto hacia uno mismo y hacia los demás, la aceptación de la diversidad en el aula como riqueza, el desarrollo de la empatía y la asertividad y, por último, el valor del agradecimiento y la generosidad.
Lídia Serra López, responsable de la escuela de formación El Yoga Educa, maestra de Primaria y formadora del ICE (Instituto de Ciencias de la Educación) de la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona).
¿Esto es en serio?
Me parece muy interesante está actividad para aplicarla en el aula y muy significativa en los estudiantes. Me gustaría conocer más acerca de como implementarla
Cómo puedo implementar yoga para estudiantes de bachillerato?