El ‘visual thinking’ o pensamiento visual “supone la comprensión de una información mediante la visualización estructurada de sus partes”, según lo define Garbiñe Larralde, especialista en narrativa visual. Así, esta herramienta permite a los docentes la explicación de ideas o conceptos complejos a través de dibujos simples. Además, gracias a ella, los alumnos mejoran su memoria y organizan sus ideas de forma lógica, por lo que constituye un recurso idóneo para materias como Matemáticas. Estas son algunas formas de hacerlo.
Según el blog Matemavida, escrito por Dacil González, maestra de Primaria, la enseñanza de las Matemáticas es una tarea compleja debido a “lo abstracto de sus contenidos”. Para facilitar su comprensión a los alumnos, se pueden aplicar recursos basados en el ‘visual thinking’.
Utiliza mapas mentales para el cálculo
Los mapas mentales pueden ayudar, por ejemplo, a recapitular lo más relevante de un concepto matemático o describir procesos aritméticos u operaciones de cálculo. Tal y como señala un informe de la Universidad Pedagógica de Durango, ‘dirigen la atención, tanto del estudiante, como del profesor, sobre el reducido número de ideas importantes en las que deben concentrarse en cualquier tarea específica de aprendizaje”.
Asimismo, el docente puede incentivar también el trabajo en equipo demandando a los estudiantes que diseñen sus propios mapas mentales.
Resuelve un problema con esquemas visuales
Elaborar esquemas visuales en los que se expliquen los pasos para resolver un problema matemático facilita al alumnado su memorización. Además, si se propone que ellos creen estos esquemas, se fomenta más esta asimilación de conceptos: la clase participa activamente en su propio proceso de aprendizaje y la motivación se incrementa.
Diseña autoevaluaciones visuales
¿Cómo saber si un alumno ha comprendido qué son las fracciones o los conceptos de estadística? Puedes crear tus propias autoevaluaciones visuales, basadas en el ‘visual thinking’, que les ayude a conocer si el desarrollo del aprendizaje ha sido exitoso. Los resultados obtenidos, al mismo tiempo, permiten al docente ejercer la autocrítica y saber si tiene que modificar su metodología.
Entre algunas de las propuestas de autoevaluaciones visuales, Dacil González propone un semáforo de evaluación. La clase rellena un documento en el que aparece dibujado un semáforo con tres luces: la luz verde, en la que anotan los conceptos que han comprendido; la luz ámbar, para aquello que consideran necesario repasar; y la luz roja, para lo que no han asimilado.
Crea cuadernos interactivos
Elaborar los propios materiales educativos para explicar las matemáticas puede ser una alternativa adecuada para explorar el ‘visual thinking’. González propone crear cuadernos interactivos que aprovechen sus posibilidades didácticas: en la página derecha se incluye una explicación visual de contenidos matemáticos y la izquierda se reservará para el trabajo activo del alumnado. De esta forma, no solo utilizan estos recursos para tomar apuntes sino que, también, puede servirles como guía de su aprendizaje.