Arrancamos la fase final del curso y por ello he decidido pedirles a mis estudiantes de 1° y 2° de la ESO una actividad que entrelaza expresión escrita y artística y mucha emoción, y que puede ser una guinda perfecta para este confinamiento tan solitario. ¿Alguna vez habéis visto una de esas cajas sorpresa que se envían a domicilio? Pueden ser de desayunos, de productos del hogar, de artículos de broma, de regalos personalizados...
La creación de una caja digital sorpresa
El reto es el siguiente: ¿y si nuestros alumnos crearan una caja digital sorpresa para alguien especial? ¡Ah! Y nada de gastarse dinero. El valor de la caja tiene que ir más allá del precio económico: será única y no podrá encontrarse en ningún otro lugar.
Con este punto de partida, les he pedido que piensen a quién le quieren preparar la caja. Pueden elegir a un familiar con el que convivan o que hace tiempo que no ven, un compañero de clase o de cualquier otro grupo. El objetivo de la actividad es enviar una caja; no tanto recibirla.
Los pasos se dividen en varios puntos. Primero, deberán crear una carpeta digital y compartirla conmigo. Todo lo que hagan deberá estar ahí. Será una especie de cofre secreto en la nube.
Segundo paso: les tocará elaborar una postal dedicada. Deberán expresarle a esa persona especial lo que se mueren de ganas de explicarle y que no siempre se atreven a decirle en voz alta. Pueden jugar con las palabras y ser tan creativos como sean capaces. Les he sugerido que usen alguna de las plantillas de postales que encontrarán en el programa Canva.
Además de la postal, deberán incluir otros tres regalos diferentes y personalizados. Por ejemplo, pueden ilustrarle una página de cómic; recomendarle (como una review de Youtube) un libro o una serie; prepararle una buena dosis de memes de humor interno; grabarle un vídeo explicándole algún chiste o contando alguna anécdota gloriosa que hayan vivido juntos; dedicarle uno de esos bailes de TikTok; inventarse unas instrucciones alocadas de una yincana casera; grabarle un audio con un chiste; escribirle una receta personalizada con su postre favorito... ¡Lo que quieran! La consigna es que dejen volar la imaginación.
¡Cuidado con las faltas de ortografía!
Antes de que la caja esté terminada, deberán asegurarse de que todo esté en su sitio y de que no haya errores de escritura. ¡Sería una catástrofe de consecuencias devastadoras que estropeasen un regalo tan bonito por una falta de ortografía en un lugar inoportuno!
Y entonces, cuando todo esté listo y hayan modificado todo lo necesario para que nada falle, podrán enviarle el enlace compartido de la carpeta digital a esa persona tan especial. ¡Me muero de ganas de ver cómo me sorprenden!