10 experimentos para hacer en clase con estudiantes de Infantil
Estos experimentos hechos con materiales sencillos ayudan a despertar la curiosidad científica de los más pequeños.

Estos experimentos hechos con materiales sencillos ayudan a despertar la curiosidad científica de los más pequeños.
Crear un arcoíris en un vaso, transformar un limón en un volcán o colorear flores sólo con agua. Cualquiera de estos experimentos para hacer en clase puede convertirse en una actividad ideal para introducir los primeros conceptos de física o química en Infantil. Caracterizados por su sencillez y por emplear materiales de fácil acceso, despertarán la curiosidad de los más pequeños.
Índice de contenido:
Hay que meter un huevo en un tarro de cristal y echarle vinagre hasta cubrirlo por completo. nada más verterlo se comienza a observar cómo la cáscara empieza a descomponerse. Para completar el experimento se tapa el tarro y espera 48 horas; después de este tiempo, el alumnado puede lanzar el huevo tantas veces como quiera para que salte, aunque desde poca altura para que no se rompa.
El primer paso es perforar el fondo de un vaso de plástico. Luego se introduce un algodón y se coloca en la parte superior de un recipiente de cristal. Se vierte agua con colorante azul y se observa cómo la nube empieza a llover. Lo mejor de todo es que, si un estudiante pone la mano encima del recipiente, logra parar el aguacero.
Solo se necesita hacer un cono de cartulina dejando un pequeño agujero para introducir la punta de una pajita. Dentro se coloca una bola de poliestireno y por el otro extremo de la pajita se sopla para hacer flotar a la pelota.
Se dibuja en un plato el contorno de una mano y se vierte un poco de agua limpia. A continuación, se agrega una pizca de pimienta para simular la suciedad que se acumula en las manos cuando no las lavamos. Al final, se acerca a la mezcla un dedo con jabón impregnado, y como por arte de magia, la ‘suciedad’ desaparece.
Se mezcla en un recipiente agua templada y levadura y se vierte en una botella a la que también se añade jabón líquido y colorante. Hay que removerlo bien con el tapón cerrado, para luego echar unas gotas de agua oxigenada. Con precaución de no situarse cerca, se visualiza un chorro de espuma que sale de la botella.
El arcoíris es un elemento muy recurrente en los cuentos y películas infantiles y es fácil de recrear en un vaso. Mezclando colorante alimentario, miel, aceite y siguiendo los pasos que indican en este vídeo, se establece un orden en los colores que simula un auténtico arcoíris. Además, con la ayuda de la linterna del móvil, se apreciará aún más su brillo.
Para crear un volcán es necesario: un limón, gel de baño, bicarbonato y un cuchillo. El paso a paso para realizarlo también es muy simple. Basta con vaciar un limón y llenarlo de jabón, para que así, al añadir el bicarbonato y el jugo del limón, se cree una espuma que parece una erupción volcánica. Esto despertará el interés de los más pequeños por saber qué ha causado esta pequeña explosión.
El objetivo es cambiar el color de unas flores blancas mediante colorantes alimenticios. Combinando los colores con el agua, las flores absorben líquido azul, rojo, verde… y esto hace que se tiñan sus hojas. Lo ideal es ir observando los efectos tras el paso de los días, ya que se irán coloreando de forma más intensa.
Para conseguir colocar boca abajo una botella sin tapar y que no se caiga el agua que contiene es necesario emplear una botella, un trozo de lámina de plástico y palillos de dientes. Sólo habrá que recortar un pedazo de lámina del tamaño del agujero de la cabeza de la botella y colocarlo tapando todos los huecos. Al darle la vuelta y separarlo poco a poco, los estudiantes podrán observar que el agua se queda dentro e incluso se puede introducir un palillo.
Los estudiantes lograrán entender el funcionamiento del magnetismo gracias a este experimento. Al introducir unas piezas metálicas dentro de un vaso de agua y, con la ayuda de un imán, se puede hacer que se muevan ¡a varios centímetros de distancia!
1 Comentarios
Porfavor unos que no sean tan difíciles