La lectura es la base de cualquier aprendizaje y sin ella no existe un desarrollo conceptual. Sin embargo, el uso de las pantallas y la escasa capacidad de concentración en general explican la baja motivación que tienen muchos estudiantes hacia los libros. Para incentivarles a que lean es necesario que tanto las familias como los centros educativos participen en el proceso con acciones como sustituir la carga de los deberes por una buena base lectora. Y es que está demostrado que los estudiantes que han leído de forma continuada desde la infancia van un curso por delante.
Esta labor no es sencilla, pero con propuestas como las que seguidamente se exponen conseguiremos que el alumnado disfrute con los libros.
Más allá de la lectura
Muchos estudiantes ven la lectura como una actividad aburrida o casi como un castigo, por lo que educadores y familias tienen la tarea de cambiar ese pensamiento. Es necesario, por tanto, que ambas partes presenten dicha actividad como un momento de paz y tranquilidad, y que sea el propio alumnado quien busque ese tiempo de desconexión.
Las familias tienen en su poder propiciar momentos de vínculo. Leer un cuento a los hijos antes de acostarse es beneficioso para su desarrollo cognitivo y también para fortalecer la unión familiar. Junto a esto, otras ideas son organizar actividades como excursiones a la biblioteca o crear un ‘libro de la familia’ donde todos los miembros sean los autores. Los centros educativos, por su parte, pueden crear jornadas más allá del Día del libro y un plan de fomento a la lectura no sólo para el área de Lengua sino para todas las asignaturas. Una buena forma de hacerlo es establecer una rutina, por ejemplo, antes o después del recreo.
Estrategias para animar a leer
A veces se necesitan ciertas estrategias complementarias que favorezcan esta motivación como las que, a continuación, se indican:
- Club de lectura: en este tipo de espacios, tras la lectura de un libro es posible realizar otras actividades. Por ejemplo, les pedimos a los estudiantes que lean su título preferido, que lo expliquen en clase y acto seguido organizamos un picoteo donde cada miembro del club lleva un plato que represente el libro.
- Cuentacuentos: suelen tener muy buena aceptación al ser un momento de encuentro con otros estudiantes lectores, por ejemplo los más mayores cuentan historias a los más pequeños. Los temas tienen que estar debidamente escogidos según la edad del alumnado.
- Foros de lectores: es importante que los estudiantes se den cuenta de que es posible crear lazos de amistad con otros alumnos por medio de la lectura. En concreto a través de las nuevas tecnologías contactando entre sí y recomendándose libros. Que descubran que gracias a ellos es posible crear amistades.
Elegir la colección adecuada
Si los estudiantes son capaces de adentrarse totalmente en una historia es muy probable que sientan la necesidad de leer más y más. Para elegir un libro que les enganche, se recomienda visitar bibliotecas, hacer intercambios de libros con otros compañeros, e incluso, si es posible, aumentar el número de ejemplares disponibles que hay en casa.
Es importante dar prioridad a la lectura en las aulas y en los hogares. No olvidemos que lo decisivo no es la superación de contenidos académicos y curriculares, sino generar individuos pensantes e independientes.