El estudio de las emociones y su influencia en la toma de decisiones de los humanos se trata en multitud de disciplinas, como por ejemplo, el neuromarketing. Ésta se ocupa de estudiar mediante los ‘big data’ qué nos gusta o qué nos hace sensibles, siempre con fines comerciales, demostrando así que las emociones, a pesar de ser innatas y primarias, son manipulables en todos los niveles.
Sin embargo, exceptuando algunos docentes autodidactas que recurren a libros (como puede ser el de Daniel Goleman, ‘Inteligencia emocional’), para familiarizarse con el tema a la hora de trabajar con menores la docencia es quizá el campo que menos ha estudiado cómo influyen las emociones en la atención del alumnado.
Yo no soy psicóloga ni experta en emociones, he leído artículos que creía que podían ayudarme a desempeñar mejor la función docente, pero con humildad debo reconocer que al final lo que he aprendido es algo bastante sencillo: los niños quieren ser escuchados pero, a veces, carecen del vocabulario necesario para expresarse y poder transmitir cómo se sienten. En mis clases, me ha resultado más sencillo darles palabras y enseñarles a identificar sentimientos, como la frustración, para que las incorporen a su vocabulario activo y puedan hacerse entender mejor.
Recurso emocional gratuito
Ahora, ha llegado a nuestras vidas casi por sorpresa el COVID-19 y, desde el comienzo de esta crisis sanitaria, nos hemos visto bombardeados con cifras, gráficos y vocabulario con el que no estábamos familiarizados. El confinamiento, que parecía provisional, se ha ido alargando y nos hemos tenido que ir adaptando a manejar los tiempos, los espacios y nuevas sensaciones como la de incertidumbre, a la que no estamos acostumbrados porque (normalmente) vivimos supeditados a horarios y a la tiranía de un reloj. Así, se podría decir que nuestra vida estaba hipercontrolada y era perfectamente predecible.
Como docente, en este confinamiento, me enfrenté a varios debates conmigo misma. El primero, el modo o herramienta que debía emplear para poder llegar a todo mi alumnado, dado que no todos tienen los mismos recursos materiales ni personales. El segundo, si mi labor como maestra debía limitarse a la meramente instructiva.
Mi conclusión en este segundo aspecto fue que, como tutora, debía acompañarles, y que debía hacerlo desde todas las perspectivas. Desde la formativa, facilitándoles los conceptos que oyen a diario en los diferentes medios y en conversaciones familiares, como la diferencia entre pandemia y epidemia, por ejemplo. Desde la emocional, facilitándoles también palabras en las que pudiesen reconocer sus sentimientos, ofreciéndoles preguntas que les ayudasen a reflexionar sobre la situación, sobre cómo la viven, lo que temen o esperan.
Mi acompañamiento en este caso no busca que saquen conclusiones porque nadie puede extraerlas todavía, simplemente busca ayudarles a entender que sentirse mal es legítimo, que cada emoción y sentimiento tiene un nombre, que en estos momentos debemos aprender a manejar nuevos conceptos como la incertidumbre, que el aburrimiento tiene soluciones sencillas a pesar de que el suceder de los días vaya reduciendo las opciones, pero que sobre todo, siempre hay adultos que están ahí para darles seguridad y acompañarles.
‘Más allá del balcón: cuando las noticias asustan y no entiendo nada’
Esa fue mi única pretensión cuando diseñé el cuaderno de actividades ‘Más allá del balcón: cuando las noticias asustan y no entiendo nada’, porque más allá de los contenidos curriculares hay aspectos humanos y, enseñar a conocer y gestionar la actualidad, debe ser en mi opinión, también parte de nuestro cometido como docentes.
El cuaderno lo elaboré junto a Eva Prol Sanjurjo, quien se encargó de las ilustraciones. En él, los niños tienen acceso a información para entender qué es un virus, un hongo o una bacteria, por ejemplo. Se explican conceptos como la solidaridad, la diferencia entre endemia, epidemia o pandemia; Y cuenta, además, con diferentes actividades que dan lugar a la reflexión sobre los sentimientos y los acontecimientos que suceden a su alrededor.
Se encuentra online y de forma gratuita aquí
Excelente material. Pareciera para trabajarlo también con padres. Ellos también están muy afectados