¿Has sentido la necesidad de llevar a tu alumnado más allá de las materias curriculares? ¿Te gustaría que tus estudiantes fueran más conscientes de sus fortalezas y de su vida interior? Todos los docentes soñamos con tener alumnos serenos, equilibrados y más comprometidos. Pero, ¿es posible conseguirlo?
Todo está en el ‘Ser’
Es cierto que, al principio, observaba la tenue luz que irradiaban mis estudiantes: en algunos apenas perceptible; en otros casi apagada. Algunos demasiado competitivos, otros rayando la apatía; unos eufóricos expresando sus emociones, otros ignorando las mismas. A menudo compitiendo entre ellos.
Mi inquietud me llevaba a enseñarles técnicas de relajación, de resolución de conflictos, de estudio… todo tipo de herramientas que pensaba podían ayudarles a sentirse bien con ellos mismos y mejorar la convivencia en el aula. Esa observación se convirtió en investigación pedagógica y continué experimentando apoyada en mi formación como psicóloga. Realizaba actividades para lograr actitudes que me llevaran al ‘Ser’ interior del alumnado; pero ¿y si invertía el proceso? ¿Y si me centraba en el ‘Ser’ para después tener?
A partir de ese momento, mi tarea como docente no solo debía centrarse en enseñarles a aprender, sino también a desaprender. Y es ahí, donde se centró mi trabajo los dos últimos años. Primero, había que eliminar todas las etiquetas que les habían colgado, y con las que se habían identificado. A continuación, tenían que deshacerse del hábito insano de seguir alimentando los pensamientos limitantes que habitaban en su cerebro. Después, proceder a quitar los miedos de mirar hacia dentro de uno mismo, para una vez allí, puedan reconocer todas las fortalezas y talentos personales que nos convierten en personas auténticas, únicas, bondadosas y valiosas.
El Método Losias
Tras dichas acciones, creé un programa de concienciación emocional y crecimiento personal a medida para mis estudiantes, el método Losias, que contribuye a mejorar el bienestar del alumnado y a impulsar el debate social sobre la necesidad y el derecho de los jóvenes a crecer ‘saludables, felices y resilientes’, además de poner en conocimiento del público medidas de prevención y protección de la salud mental de nuestros jóvenes.
En el aula primero sistematicé rutinas de relajación con mis estudiantes de Primaria: cada día realizábamos tres sesiones de cinco minutos de respiraciones conscientes. Durante ese tiempo, yo les preparaba mental y emocionalmente para el día que empezábamos juntos. Sintonizábamos con la seguridad, la felicidad, la motivación, el amor y compasión, la comunicación y expresión, la intuición y la conciencia plena; y nos preparábamos para afrontar con éxito los retos de la jornada.
Después, durante la semana, ‘arañaba’ minutos de una asignatura o de otra para avivar su llama interior. No podíamos dejar que el cerebro ‘campara a sus anchas’ sin nuestra autorización. De este modo, reflexionábamos acerca de las diversas actividades, relajaciones, meditaciones… ya que se trataba de interiorizar. Durante ese curso nos centramos en practicar la aceptación, aprendimos a no juzgar, a observar el abanico de posibilidades que se abría ante nosotros, aprendimos a escuchar nuestro ser interior para tomar decisiones correctas, a tomar distancia de las situaciones para mantener nuestra intención serena, a centrarnos en el presente y a tener un propósito en la vida.
El clima de la clase se tornó acogedor y dinámico. El alumnado se esforzaba en ser mejores personas y eso se notaba. El cambio de comportamiento de algunos alumnos fue corroborado por otros docentes y sus familias. En verano, una de las tareas encomendadas fue cumplimentar el test de fortalezas para niños de M. Seligman.
Aparecen las fortalezas
Tras estas acciones, los estudiantes se encontraban muy ilusionados por continuar con nuestro programa de enriquecimiento interior y las familias valoraban muy positivamente el nuevo enfoque de las clases.
Durante los últimos años me había documentado mucho en psicología positiva, PNL y coaching educativo así que continuamos con nuestras sesiones de relajación y meditación e introdujimos la práctica de Mindfulness. A partir de ahí, comenzamos a trabajar sobre las fortalezas personales.
Cada uno aportó su listado con las cinco fortalezas en las que destacaba y desde entonces, nos dedicamos semana tras semana a desarrollar cada una de ellas para afianzarlas y añadir otras a su repertorio. En lugar de reaccionar, aprendieron a responder de manera serena y proporcionada a la situación. Al igual que en el curso anterior, creamos un diario con todo lo que íbamos trabajando y que serviría como recordatorio de nuestro progreso en autoconocimiento y crecimiento personal.
El objetivo de este método es contribuir a conformar un nuevo alumnado, alejado de los tópicos existentes y más acorde con la época actual. Un niño o adolescente sereno que actúe desde la reflexión interior, desde el afecto sincero por los demás, con el deseo de servir al prójimo y que se encamine confiado hacia su propósito en la vida, convirtiéndose así, en el auténtico pilar de la nueva sociedad que deseamos construir. Una persona reflexiva y que a la vez se cuestione el mundo desde la armonía y la compasión, menos competitiva y más colaboradora, una persona que no juzgue a sus semejantes, sino que los acepte como son.
Herramientas para el aula
Fruto del trabajo con los estudiantes surgió el libro ‘Cuaderno Losias, guía práctica para adolescentes conscientes’, escrito para recopilar parte de la labor realizada con ellos, que ya se encontraban en 1º de la ESO. La guía proporciona recursos para el autoconocimiento a través de conceptos propios de la psicología positiva y valores universales. Resulta útil, no solo para la propia evolución personal, sino para mejorar la convivencia en colegios, institutos y la relación con sus familias y amigos.
Poco después llegó ‘Despierta tu dragón, claves para dominar tu cerebro’, que reúne todo el trabajo realizado con las fortalezas, de una manera didáctica y con explicaciones sencillas y prácticas. La enseñanza de Mindfulness, las técnicas de relajación y el uso de la meditación siguen estando presentes, pues son parte fundamental del Método Losías.
excelente trabajo. el trabajo con niños, adolescentes y adultos, referido al desarrollo de la inteligencia emocional es mi objetivo este año. trabajo con una comunidad educativa, y crecer juntos con niños, adolescentes y adultos a traves del trabajo conjunto es de una riquieza grandiosa.