Son cada vez más numerosas las publicaciones que teorizan sobre la importancia de la autoestima infantil y es que, ciertamente, los maestros y educadores somos hoy más conscientes de la necesidad de hacer más positivas las autovaloraciones de nuestros alumnos.
La autoestima marca nuestra vida, tanto de niños como de adultos.
Envuelve los pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos y le añade una dimensión apreciativa que puede ser más o menos positiva. Es por esto que nos hace tomar una perspectiva u otra para afrontar lo que nos sucede y para relacionarnos con los demás.
Dicho de otro modo, si somos seres seguros de nosotros mismos, nos moveremos con soltura, sin permitir que el miedo a errar nos bloquee y atreviéndonos a mostrarnos como somos. Sin embargo, si no disponemos de esta confianza; nos mantendremos retraídos, sin capacidad para asumir riesgos o salir, de tanto en tanto, de nuestra zona de confort.
De modo que los padres y docentes hemos de tomar parte activa e impulsar el autoestima de nuestros niños. Es la única vía para conectarlos con su esencia y, así, ofrecerles las máximas garantías de una vida satisfactoria y feliz.
JUEGO 1. ¡Todos tenemos cosas buenas!
Pediremos a nuestros alumnos que hagan el gesto de colocarse unas gafas imaginarias. Estas no serán unas gafas cualquiera, sino que les garantizarán ver todo lo positivo que hay en el mundo y olvidar por completo lo negativo. ¿Preparados? Les diremos, pues, que se dibujen en el centro de un folio y que indiquen su nombre.
Estos folios irán pasando de mesa en mesa y los compañeros, todavía con las “gafas positivas”, tendrán que indicar una cualidad de la esa persona que quieran hacerle saber. Por ejemplo: “es siempre muy amable conmigo”, “me ayuda con los deberes” o “aprende muy rápido”.
Es importante que la maestra también haga su aportación y que vaya firmada. Estos mensajes alimentarán la confianza del niño a través del reconocimiento de los compañeros y del docente, que es un referente clave en la vida del pequeño.
Una práctica que me pareció muy bonita y que también me gustaría compartir con vosotros es la de este profesor, que día tras día, dedica un ratito al inicio de clase para recordar a sus alumnos las muchas cualidades que tienen, ¿curioso, verdad? A continuación, podéis ver el vídeo completo:
JUEGO 2. Hoy te enseño yo
Os propongo también integrar dentro del aula pequeños talleres impartidos por los alumnos. Podéis organizar estas “miniclases” abiertas una tarde al mes, por ejemplo. Así, tres alumnos impartirán un pequeño taller de 15 minutos al resto de estudiantes, que podrán apuntarse libremente a aquél que decidan. En estos talleres, los niños compartirán algún tema que les guste mucho o dominen. Pueden mostrar, por ejemplo, cómo hacer un truco de magia, cómo hacer toques con el balón sin que caiga al suelo o cuánto conocen sobre los trenes.
El tema de la clase ha de ser siempre escogido por el propio alumno, aunque los demás compañeros (que lo conocen y saben sobre algunas de sus cualidades) también pueden hacerle sugerencias.
JUEGO 3. La lista de intercambios
Una actividad muy sencilla y que favorece el diálogo y la ayuda entre los estudiantes es “la lista de intercambios”. Se basa en el formato de anuncios de contactos y la podemos colocar a la entrada del aula. Tan solo necesitamos un folio, donde dibujaremos dos columnas. En la primera columna, nuestros alumnos habrán de indicar qué pueden ofrecer al resto de estudiantes: pueden enseñar matemáticas a quienes más les cuesta, pueden ayudar cuando hay que hacer dibujos, pueden tomar las cosas de los cajones más altos, etcétera. En la segunda columna, en cambio, deberían colocar aquello que necesitan o les gustaría aprender de sus compañeros: necesitan clases de pintura, aprender sobre ciencias, etc.
Finalmente estas pequeñas dinámicas tienen el objetivo de descubrir a nuestros alumnos cualidades y capacidades de sí mismos que desconocían o creían no tener. Además, pretenden reforzar su vinculación con el resto de compañeros y con el maestro, favoreciendo de este modo su inclusión dentro del grupo.
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Rocío López Valdepeñas es maestra especialista en innovación educativa y emprendimiento.
Hacer una rueda en la que pongan algo que les preocupe en un radio. En el resto de los radios pondrán cosas que les gustan, en más que son buenos... así verán que lo que les preocupa solo es una parte de ellos.
muy buenos aportes y recursos
excelente aporte! me encanto!!
espero que poder ayudarlos con este blog que conoci hace poco
Me apetece excelente por qué los estudiantes se comunican entre si y aprende atravesó del intercambio