El ser humano, como mamífero que es, necesita vincularse a sus figuras de apego para poder sobrevivir a un mundo cambiante, estresante y lleno de peligros. Gracias a sus figuras de referencia, el neonato puede continuar con vida en este planeta. Decía René Descartes, eminente filósofo del siglo XVII, aquello de “pienso, luego existo”, pero más recientemente, Peter Fonagy, psicólogo contemporáneo y experto en Teoría del Apego, suele decir justamente lo contrario: “alguien pensó en mí, luego existo”. Esta fantástica idea de Fonagy viene a reflejar la importancia de que los cuidadores principales sintonicen con las necesidades de los más pequeños y se hagan cargo de ellos. De lo contrario, morirán.
Las consecuencias emocionales de la pandemia en niños y jóvenes
Actualmente, estamos viviendo una situación excepcional y única con el coronavirus, que ha provocado una pandemia a escala mundial. Esta situación ha roto nuestras rutinas y nos ha encerrado en casa durante tres meses. ¿Qué repercusiones puede tener esto para nuestros hijos?
A nivel académico han dejado de ir al colegio para quedarse en casa, lo que ha provocado que sean las familias las que sostuvieran, en parte, los estudios. En cuanto a la relación con sus amigos, se ha visto reducida a una pantalla de plasma o a verse por la calle, pero sin poder tener el contacto físico habitual. En el ámbito afectivo son muchas las emociones que hemos experimentado, pero especialmente los niños y adolescentes, que en muchas ocasiones no han entendido las medidas impuestas de confinamiento experimentando, además, una amplia gama de emociones: miedo, rabia, tristeza, alegría, frustración, etc.
Se han visto ‘obligados’ a convivir 24 horas con sus padres y hermanos durante muchas semanas seguidas sin tener la posibilidad de ver y relacionarse con sus iguales. Además, el consumo de dispositivos tecnológicos ha aumentado de manera exponencial en la mayoría de casas debido a que las tareas escolares y laborales han pasado a realizarse a través de ordenadores y tabletas. También la comunicación y las relaciones sociales con familiares y amigos ha sido por estos canales.
Conseguir una vinculación sana y equilibrada con los hijos
¿Qué cosas podemos hacer tanto los padres como los docentes con nuestros hijos y alumnos ante esta difícil situación de pandemia? A continuación voy a desarrollar algunas claves para vincularnos de manera sana y equilibrada con pequeños y adolescentes:
- Equilibrio entre protección y autonomía: todos los seres humanos necesitamos que nos protejan y que nos fomenten la autonomía.
- Sensibilidad y empatía: para saber qué necesitan en cada momento, debemos sintonizar con sus necesidades y mostrarnos empáticos. Si somos sensibles a sus necesidades sabremos si sienten rabia por no poder ir al parque con sus amigos o si sienten miedo por contagiarse con el coronavirus.
- Muestra tus emociones: ante esta difícil situación de pandemia es recomendable que tanto los padres como los docentes nos mostremos vulnerables y seamos capaces de expresar las emociones que sentimos en cada momento. Es el mejor ejemplo que podemos darles.
- Calma: una de las emociones más importantes y necesarias. Mediante la tranquilidad, los padres y los profesores somos capaces de calmar a nuestros hijos y alumnos cuando se sienten tristes por no ver a sus amigos, enfadados por no poder salir todo lo que quisieran y temerosos por la posibilidad de que algún familiar se contagie o muera por coronavirus.
- Disponible y accesible: es importante que los padres estemos físicamente disponibles y emocionalmente accesibles para nuestros hijos.
- Diferenciar la emoción de la conducta: que nuestro hijo sienta miedo o rabia es legítimo en todos los casos. Lo que no es admisible ni tolerable es que, debido a su rabia, se comporte de manera agresiva.
- Hazte cargo del mundo emocional de tu hijo: los padres somos los máximos responsables de lo que les ocurre a nuestros hijos, incluido de su componente emocional. Recuerda que conectar con ellos emocionalmente es algo necesario e imprescindible para su correcto desarrollo evolutivo.
- El poder del ‘todavía’: siempre hay objetivos o acciones que no se pueden lograr en el momento presente, pero posiblemente con perseverancia o con el simple paso del tiempo se podrán conseguir. Si tu hijo te dice: ‘mamá, es que no puedo salir a la calle’ o ‘papá, no puedo hacer esto como tú’, añade ‘todavía’. Ahora no pueden conseguirlo pero, seguramente, en un futuro sí que lo hagan.
- ‘Ley del silencio’: en nuestra sociedad domina la ‘ley del silencio’, que invita a no hablar de aquellas cosas o emociones que sean desagradables y dolorosas. Pero, para que un acontecimiento desagradable no se convierta en algo traumático debemos hablar y pensar en él.
- Mirada incondicional: no hay que juzgar a tus hijos como personas, aunque sí por sus actos. El amor, el cariño y la manera de mirar a nuestros hijos es incondicional, puesto que no depende de su rendimiento o de si se portan bien o mal.
- Guerrero, Rafa (Author)
el adolescente es muy importante que tenga la calma para poder sobrevivir a un mundo cambiante, estresante y lleno de peligros.