La dislexia se incluye dentro la clasificación de las dificultades específicas de aprendizaje (DEA). Es un trastorno del aprendizaje de la lectura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ninguna deficiencia física, psíquica ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.
¿En qué consiste la dislexia?
Los disléxicos suelen tener dificultades con otras áreas relacionadas con el lenguaje, tales como ortografía, escritura, conocidas como Disgrafía (dificultades en el trazado correcto de las letras, tamaño de las letras, en la presión de la escritura…) y/o Disortografía (dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía) y/o Discalculia (dificultades para dominar el sentido numérico)
Es un importante factor de abandono de la escuela y el más frecuente dentro de las dificultades en lectura y aprendizaje. Afecta a la adaptación académica, personal y social. Por este motivo, nuestra labor e implicación como docentes es clave en el desarrollo y evolución de este trastorno.
PRINCIPALES REPERCUSIONES
Dificultades:
- Dificultades lectoras (falta de fluidez) y de comprensión lectora
- Dificultades de expresión.
- Escritos con numerosas faltas de ortografía.
- Problemas atencionales. Características de distraibilidad.
- Calificaciones escolares bajas
- Problemas emocionales, como baja autoestima e inseguridad
¿QUÉ PUEDO HACER COMO DOCENTE?
Ambiente estructurado y predecible:
- Sentarlos cerca del profesor para facilitar el permanente contacto visual y la supervisión de las tareas, en un sitio espacioso, lejos de puertas y ventanas, evitando distracciones. Rodeado de los compañeros más competentes de la clase
- Reservar un espacio en la pizarra, en un lugar visible, para anotar fechas de controles, entrega de trabajos y tareas diarias que deben anotarse en la agenda. Esta información debería estar siempre accesible al alumno.
- Informar siempre que sea posible de cuándo tenga que leer en voz alta en clase. No obligarle/a si no quiere.
- Escribir los puntos o palabras clave en la pizarra antes de la explicación.
Tareas:
- Comprobar siempre que ha comprendido el material escrito que va a manejar; explicárselo verbalmente.
- Necesitará ayuda para relacionar conceptos nuevos con la experiencia previa. La información nueva, debe repetírsela más de una vez, debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.
- Toma de apuntes: puede perderse y faltar contenido. Asegurarnos que tiene todos los apuntes necesarios para su estudio
- Los dictados. No reconocen los errores, corregir con él /ella de forma individualizada. Centrándonos en los aspectos que se estén trabajando en ese momento.
- Asegúrate de que entiende las tareas, pues a menudo no las comprenderá. Divide las lecciones en partes y comprueba, paso a paso, que las comprende. No dudar en repetirle y explicarle las cosas las veces que sea necesario
- Evitar el color rojo en las correcciones
- Favorecerle el acceso y el uso de la informática.
- Darle más tiempo que los demás para terminar sus tareas
- No limitarle su actividad a tareas simples, sino saber dosificarle la cantidad de trabajo
- Pedirle menos cantidad de deberes para el hogar
- Uso de apoyos visuales, como el uso de mapas conceptuales, esquemas… que le permitan relacionar conceptos nuevos con la experiencia previa.
- Uso del ordenador. Permitirle el uso del ordenador para entregar escritos.
- Valorar los trabajos por su contenido, sin considerar los errores de escritura. Evitar la corrección sistemática de todos los errores de su escritura.
- Fomentar el uso de agendas o calendarios.
- Es importante el uso de tamaños de fuente más grandes y aumentar el espaciamiento de secciones.
- Combinar la información verbal y visual a la vez
Autoestima/motivación:
- Demostrarle que se conoce su problema y que se le va a ayudar
- Ofrecer oportunidades ante alguna tarea o actividad en la que él/ella destaque y ofrecer reconocimiento ante los compañeros, mejorará su autoestima.
- Reforzarle positivamente en todo aquello que salga bien; necesitan no sólo tener éxito sino que se lo subrayen.
- Comentar con él/ella que cosas le van ayudando y resultando útiles. Corregir errores y hacerle ver donde se ha equivocado, fomentará que para la próxima vez esté más pendiente.
- Hablar con él/ella de vez en cuando de manera individual para ofrecerle un espacio por si tiene algún problema que necesite compartir.
- No dar resultados de notas en voz alta.
- Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señalar aquello en lo que necesita mejorar y está más a su alcance.
Exámenes:
- En la situación de examen acercarnos a él/ella para asegurarnos de que ha entendido bien lo que se le pregunta. Leer previamente las preguntas en voz alta, la ayudará a comprender mejor las preguntas.
- Intentar elaborar preguntas lo más directas y concisas posible.
- Evaluar las tareas de gran contenido de forma oral.
- Proporcionarle un esquema claro y conciso sobre los contenidos del examen para que él/ella pueda tenerlo previamente.
- Evitar exámenes fotocopiados a doble cara y con tamaños de letras reducidos.
- No penalizar su ortografía ni puntuación.
Cristina Martínez Carrero es psicopedagoga y maestra de Audición y Lenguaje. Directora y coordinadora de D-Letras, psicología y logopedia.
Hola me parece muy interesante su articulo.
buenas recomendaciones, gracias
Hola, ¿Y que pasa cuando toca un profesor que le pedimos que porfavor se acerque al niño y le diga que sabe lo que le pasa para darle seguridad al niño porque está frustrado y piensa que no le entienden y el profesor se ofende y diga que ya le adapta en los exámenes y que no va a cambiar nada porque no lo considera necesario y no tiene porqué hacerlo?
Hay gente sin corazón que hunden a los niños y esto es una lotería, es penoso