Son diversos los beneficios que reporta a los estudiantes aprender programación en la infancia: despierta la lógica, desarrolla el pensamiento analítico, fomenta la creatividad y además se puede considerar un aprendizaje válido para las profesiones del futuro. Por otro lado, en los centros educativos la enseñanza de esta disciplina se suele hacer en equipo, lo que también promueve la colaboración y participación grupal. Pero, ¿los colegios e institutos disponen de un espacio específico para esta tarea?
El Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) ofrece una guía creada por Ondula, una asociación dedicada a la educación digital y en tecnologías, sobre cómo hacer un ‘Coder Dojo’ o lo que es lo mismo: un espacio compartido para que el alumnado lleve a cabo proyectos relacionados con la programación.
¿Qué se necesita para crear un ‘Coder Dojo’ en un centro?
Los ‘Coder Dojo’ surgieron en Irlanda en el año 2011 y se trata de una iniciativa internacional que enseña a programar a los estudiantes de todas las edades. Se les puede categorizar como clubes de programación, en los que el alumnado aprende distintos conocimientos de forma divertida. Partiendo de esta definición, destacamos los aspectos más importantes a tener en cuenta y que aparecen en esta guía para crear un lugar de aprendizaje informal de programación dentro de un centro educativo, por ejemplo.
- Espacio. El lugar elegido para crear un ‘Coder Dojo’ debe contar con mesas y sillas móviles y una zona para poner ideas en común, además de ordenadores o portátiles y, a ser posible, un proyector en el que ir mostrando las indicaciones a seguir.
- Software. En la guía, y como una forma de adentrar a los estudiantes en esta materia, se propone utilizar Scratch o App Inventor, ambos lenguajes de programación basados en bloques.
- Otros materiales. No solo hay que hacer uso del ordenador. En este espacio también tiene cabida el papel, los bolígrafos, los lápices, las tijeras o el pegamento. Todos ellos resultan necesarios para dar forma a la idea que después se pasará a la pantalla.
- Electrónica. En la guía también destacan el uso de Arduino o Raspberry Pi (opcionalmente) como complemento a lo que se vaya aprendiendo sobre programación.
Consejos para llevar a cabo un ‘Coder Dojo’ con los estudiantes
Por otra parte, otros de los elementos interesantes de esta guía son las claves a tener en cuenta para que un espacio con estas características funcione en un centro. Para ello, ofrece algunos consejos aplicables tanto a los docentes encargados como a los estudiantes que participen en el ‘club’.
En el lado del profesorado destaca la importancia de conseguir un grupo mixto para que chicos y chicas puedan trabajar juntos, marcar un ritmo ajustado a los progresos del alumnado y dar respuesta a problemas reales, que interesen a los estudiantes. En lo que respecta a los estudiantes, en un ‘Coder Dojo’ es importante escuchar a los compañeros y dialogar, cooperar en vez de competir o mantener el compromiso con el grupo de forma continuada.
Para finalizar, en la guía (que se puede visualizar al completo en este enlace) se ofrecen diversos recursos con espacios web de interés y contenidos relacionados que tienen un único objetivo: crear un espacio de programación ‘Coder Dojo’ que sea efectivo, motivador y divertido, tanto para el profesorado como para el alumnado.