¿Lloverá mañana o brillará el sol? Es posible dar una respuesta fiable a esta pregunta teniendo en cuenta la presión del aire: si baja, se avecina mal tiempo, y si sube, es probable que esté soleado. Es lo que miden los barómetros, un instrumento que se utiliza habitualmente para anticipar los cambios del clima. ¿Y si construyes uno en tu aula? Empleando materiales reciclados, podrás explicar qué es la presión atmosférica, cuál es su relación con el clima y cómo es posible predecir el tiempo ¡Seleccionamos tres modelos diferentes para experimentar!
Barómetro con botella invertida (con agua)
Para construir este barómetro se utilizan materiales muy accesibles: un plato, una botella, cinta adhesiva, agua, colorante (opcional) y papel. Se comienza vertiendo agua tanto en un plato –se llena por la mitad– como en una botella hasta rellenarla en tres cuartas partes, y se coloca boca abajo (con cuidado de que no se vacíe) sobre el plato. En este punto, el alumnado puede comprobar que el agua de la botella no se derrama por completo, sino que desciende lentamente para luego estabilizarse. Es importante marcar el nivel del agua en el lateral de la botella con un trozo de papel rectangular, de modo que si la presión disminuye (por ejemplo, antes de una tormenta), el agua subirá en la botella, y si la presión aumenta (como cuando el clima está despejado), el agua bajará.
Barómetro aneroide (de aire)
El primer paso es cortar la boquilla de un globo y estirar la parte restante sobre la abertura de un vaso alargado, asegurando que quede bien ajustado y añadiendo una goma que impida que se mueva. A continuación, se fabrica una flecha uniendo una pajita con una pequeña punta de papel, que se pega en posición horizontal sobre la membrana del globo. Para que esta flecha pueda marcar las variaciones de presión atmosférica hay que colocarle por detrás un cartón en el que se escriben los números del 1 al 14. De este modo, los estudiantes comprueban a través de este experimento cómo el globo actúa como un sensor: si la presión es alta se hunde, y si es baja se hincha.
Barómetro de Torricelli (con agua en vez de mercurio)
Se necesita una botella de plástico de dos litros a la que habrá que recortar la parte superior y pegar una regla en una de las paredes para que se vean bien los números y un tubo de unos 40 cm con cinta adhesiva en otra. Es el momento de llenar el recipiente con agua hasta la mitad y succionar a través del tubo (como si de una pajita se tratase). Cuando el agua suba un poco, hay que cubrir rápidamente el extremo del tubo con masilla adhesiva para evitar que vuelva a bajar. Por último, se marca el nivel del agua en la botella y se observa cómo cambia con la presión atmosférica. Hay que tener en cuenta que este experimento es más preciso si se hace con mercurio, pero por seguridad en el aula es recomendable hacerlo con agua que es posible teñir con colorante si se desea apreciar de manera más visual el resultado.