Algunas de las novedades de Anaya para los docentes tienen el objetivo de servir de material de apoyo al docente y como parte de su actividad profesional.
Anaya para los docentes
Así, a ellos se dirigen una colección de monografías didácticas (Pruebas de evaluación externas y Diseños de rúbricas) y unos cuadernos de estrategias metodológicas (Evaluación inicial, Portfolio y Aprendizaje cooperativo), que pretenden ser un material teórico y práctico que ayude al profesorado en su formación continua y en el ámbito de la innovación educativa.
Estas publicaciones están disponibles para los centros usuarios de materiales de Anaya. Colegios e Institutos pueden solicitar, además, no sólo cursos monográficos de formación, sino también el acompañamiento de profesionales de la editorial que pueden orientar durante el curso académico sobre el trabajo de programación, el uso de los recursos o las estrategias para innovar en el día a día.
Sin duda alguna, todo esfuerzo abona, unos más otros menos. El caso de este material que se presenta bajo el sello editorial Anaya, se queda "corto" ¿En qué sentido? La tónica general de los materiales de apoyo para el docente abordan temáticas por demás tratados y abordados tanto por sellos editoriales privados como por las diversas áreas de desarrollo documental de la SEP.
Los materiales de apoyo para el docente en su tónica común abordan áreas del que hacer docente dentro del aula frente a al grupo ya sea técnicas que ofrecen al docente una forma diferente, nunca innovadora para plantear su clase. En estos materiales, la carencia de ofrecerle al docente una serie de elementos que conformen su intervención didáctica a fin de poderla transformar en un planteamiento multidimensional, contextualizado e innovador siendo esta (la intervención didáctica) la base para conformar e integrar los conocimientos esperados de los estudiantes. Otro escenario común de estos materiales (este lamentablemente no es la excepción) es buscar “ayudar” al docente ofreciéndole pruebas de evaluación externa y rúbricas, las cuales caen en algo que el cuerpo docente en el país ha criticado agriamente; las pruebas y rúbricas son instrumentos estandarizados y por su propia naturaleza no son ni remotamente “tropicalizados” o contextualizados al entorno de la escuela y a las necesidades reales del cuerpo docente, lo cual hace de este instrumento incongruente, inoperante y en verdad poco muy poco útil. Otra cuestión importante que no debe dejarse a un lado, la realidad del cuerpo docente ¿Cuántos de ellos saben utilizar con toda propiedad metodológica una rúbrica?
Los escenarios comunes continúan, se ofrece al docente “cuadernos de estrategias metodológicas (Evaluación inicial, Portfolio y Aprendizaje cooperativo)” los cuales buscan en el mejor de los casos, ofrecer un material didáctico de apoyo para el cuerpo docente para que éste, pueda resolver sin tantos sobresaltos la Evaluación del Desempeño Docente y no, ofrecer una nueva batería de técnicas, materiales, documentos, ejemplos que sean útiles, aprehensibles y prácticos para el docente.