Para hacer que la vuelta al cole sea un proceso llevadero y que no resulte tedioso para el alumnado, existen numerosas actividades y juegos que se pueden llevar a cabo para motivarlos y hacer que afronten el nuevo curso con ilusión. Recopilamos algunos de ellos.
Cápsula del tiempo
Una buena forma de arrancar el curso en cualquier nivel educativo es crear una cápsula del tiempo y abrirla a corto plazo (año nuevo) o a largo plazo (final de curso). Existen muchas opciones para completarla: los menores pueden redactar una carta dirigida a ellos mismos en la que expresen cómo se sienten en el principio de curso y qué esperan conseguir o aprender; incluir fotografías de ellos mismos, sus hobbies o sus amigos; hacer predicciones sobre dónde habrán viajado y cualquier otro aspecto de su vida. Una vez terminada, la cápsula se guarda en algún lugar de clase y no se abre hasta la fecha indicada.
Cuento hilado
Esta actividad fomenta la imaginación y la creatividad de los menores en su vuelta a la rutina. Para crear un cuento conjunto, primero se divide la clase en grupos de entre 5 y 8 alumnos. A continuación, cada uno escribe en un papel preguntas como: ¿quién era?, ¿dónde estaba?, ¿qué hacía?, ¿qué dijo?, ¿quién había en ese lugar?, ¿cómo acabó?... Se reparten las preguntas, cada uno responde a la que le ha tocado y guarda la respuesta. Para finalizar, se leen las respuestas en orden y comparte la historia con el resto de los grupos en voz alta.
Dibujo colectivo
Se pega un gran trozo de papel blanco en la pared (si se quiere conservar el dibujo) o usa una pizarra y varios rotuladores de colores. El profesor decide la temática del dibujo: un animal real o inventado, un paisaje, un objeto… Luego, les explica la dinámica: por turnos irán realizando una parte del dibujo. Por ejemplo, el docente comienza trazando un círculo y el primer alumno debe dibujar las patas de un animal; el siguiente puede añadir las orejas y así sucesivamente. También se puede crear el paisaje de fondo. El resultado será un proyecto colaborativo que hará más ameno el primer día de clase.
La caja
Este juego sirve para retomar el contacto de los menores de Infantil con los objetos del aula. En una caja de cartón se introducen lápices, estuches, cartulinas, agendas, tijeras, tizas, gomas… Una vez preparada, uno de los alumnos se acerca y observa los elementos. A continuación, se le pregunta qué vio y se anota. Después, irán pasando todos los compañeros. Quién más objetos haya recordado, gana.
Periódico de la clase
En lugar de proponerles escribir una simple redacción, los docentes pueden ir más allá y plantear la creación de un periódico que reúna las aventuras, los viajes y las actividades que han realizado durante las vacaciones. De este modo, el primer día de clase se convierten en periodistas: cada uno piensa y escribe una ‘noticia’, con su titular, subtítulo y cuerpo del texto. También pueden entrevistar a sus compañeros. Con toda la información se elabora un pequeño periódico que servirá para empezar el curso con los recuerdos del verano.
Decorar el material escolar
Una manera de motivar a los niños de cualquier edad con el comienzo del nuevo curso es personalizar el material escolar. ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Dándoles total libertad para pintar o poner pegatinas en su agenda, estuche, cuaderno… Así, al haberles dado su toque personal, tendrán muchas más ganas de utilizarlos que de costumbre.
Grupos distintivos en el aula
Especialmente en Infantil y las primeras fases de Primaria, organizar la clase en grupos para hacer todo tipo de actividades tiene numerosos beneficios para el alumnado: refuerza el sentimiento de integración en el aula y hace que vayan a clase motivados. Algunas ideas temáticas para organizar a los alumnos son los cinco sentidos o los colores: grupo rojo, grupo azul, grupo del olfato, de la vista… Las posibilidades son muy amplias.
Bingo de las emociones
Saber cómo se sienten los alumnos de Primaria de cara al inicio del curso también es necesario. Este bingo de las emociones contiene varios emoticonos con expresiones, y puede utilizarse de dos maneras: como un bingo tradicional, pero en lugar de con números, con los emoticonos, o como recurso para que los alumnos elijan cuál de todas las emociones les representa más en esos momentos.
Actividades de dramatización sobre la vida adulta
Pagar en la cola del supermercado o conducir un coche por la ciudad son, entre otras, situaciones que pueden simularse en el aula de Infantil y Primaria mediante un teatrillo con los estudiantes. En primer lugar, se deben designar los roles de cada uno, y a continuación, dejar que improvisen libremente, lo que les ayuda a trabajar su creatividad y su confianza en sí mismos mientras pasan un rato divertido.
Repasa y juega
Una alternativa motivadora para que el docente se haga una idea del nivel del alumnado son los juegos de repaso; uno de los más sencillos consiste en preparar un juego de preguntas y respuestas con los contenidos vistos el año anterior. Se divide la clase en equipos que, por medio de un representante, deben responder a las preguntas de forma correcta. El equipo que más puntos haya obtenido, ganará el juego.
Gymkana por el colegio
Ideal para que los estudiantes vuelvan a familiarizarse con los espacios del centro, hay que distribuir pruebas relacionadas con los conocimientos trabajados durante el curso anterior por distintas aulas y espacios comunes: si aciertan las respuestas, irán avanzando en el recorrido hasta llegar a una prueba final. El equipo que consiga terminar primero, ganará el juego.
Pósters para decorar la clase
Normas de convivencia, tablas de multiplicar, mapas, citas inspiradoras… Estas son algunas ideas para crear pósters que decoren la clase al inicio de curso; una actividad colaborativa en la que los estudiantes serán partícipes de la decoración de la que va a ser su aula durante todo el curso escolar. Todo ello se puede llevar a cabo con cartulinas de diferentes colores, rotuladores o cualquier material que tenga en clase.
Carrera de autógrafos
Los estudiantes tienen que recoger firmas de los compañeros que cumplan con ciertas características, como por ejemplo: ‘alguien que haya ido a la playa este verano’ o ‘alguien que haya leído más de tres libros durante las vacaciones’, para lo que tendrán que ir preguntándoles uno a uno. Quien más firmas consiga en menos tiempo, gana.
Mapa del verano
Cada estudiante tendrá que llevar a clase una cartulina con fotos o mapas que muestren dónde ha pasado sus vacaciones y una breve explicación de cuáles han sido sus actividades favoritas. Luego, saldrá a explicarlo frente a la clase, narrando las partes más emocionantes de su verano. De esta manera se comparten las experiencias de forma creativa y visual fomentando, además, la conexión entre los menores.
Estupenda la idea de bingo de emociones.