El aprendizaje y la formación en línea brindan una serie de oportunidades que la formación presencial no puede: la accesibilidad, la flexibilidad horaria, el ahorro de tiempo en desplazamientos... Además, aumenta las tasas de retención del aprendizaje entre un 25% y un 60%, según datos de un estudio de Forbes. Sin embargo, más de la mitad de los estudiantes de eLearning abandonan su formación. Las principales razones son la falta de motivación y apoyos o la imposibilidad de lidiar bien con la tecnología. ¿Cómo se puede solventar esto y conseguir que los estudiantes terminen sus cursos online? A continuación, presentamos 7 claves para reducir la tasa de abandono en eLearning.
Poner el foco en los estudiantes
El alumnado debe ser el centro de todo, no el contenido y, mucho menos, el formador o la tecnología. Los estudiantes son responsables absolutos de su aprendizaje, pero los docentes y creadores de cursos online son los responsables de ofrecer una formación de calidad adaptada a sus intereses reales.
Realizar un seguimiento
Es necesario promover una orientación activa para que los estudiantes reciban refuerzo y seguimiento. No vale dejarlos solos ante su aprendizaje, las personas buscan acompañamiento y sentirse guiadas en su proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto creará un sentimiento de escucha y de progreso por lo que será más probable que finalicen la formación.
Utilizar metodologías pedagógicas activas
Se deben utilizar metodologías online específicas y adecuadas para el medio en el que se trabaja. No vale copiar y pegar o reutilizar lo que se aplica en el entorno presencial. Por eso, es crucial utilizar métodos de aprendizaje activos como la clase invertida, aprendizaje social, aprender haciendo mediante retos o proyectos, gamificación… Además, si se adaptan los módulos o temas a las necesidades de los estudiantes, el éxito estará asegurado.
Promover la participación y el aprendizaje activo
Se aprende haciendo. Los docentes no son meros transmisores de conocimientos, sino facilitadores. En este sentido, para incitar a la participación es necesario crear una cultura de aprendizaje desde el minuto uno, estableciendo unas expectativas claras desde el principio y haciendo que los estudiantes hablen y participen mediante preguntas, dinámicas, retos, grupos de trabajo…
Decir adiós al PowerPoint
Hay formadores que se dedican a pasar diapositiva tras diapositiva como si no hubiera un mañana y, lo que es peor, leen esos PowerPoint repletos de texto. Esto es aburrido y monótono. Hay millones de herramientas para apoyar el contenido: sé creativo, investiga y prueba otras maneras de presentarlo. La abundancia de texto y contenido no es sinónimo de que la formación sea mejor; muchas veces, menos es más.
Utilizar materiales multisensoriales
Un PDF de 300 páginas alojado en Moodle (o en cualquier otra plataforma de elearning) no es lo más adecuado. Para darle ritmo a los cursos y formaciones digitales lo mejor es utilizar materiales multisensoriales en diferentes formatos: vídeos, audios, textos, artículos, infografías, actividades interactivas… Además, así se atiende a los distintos estilos de aprendizaje.
Crear experiencias de aprendizaje, no cursos enlatados
El 70% del conocimiento que adquirimos, lo aprendemos a través de la experiencia. Esta no es ni más ni menos que la interconexión de la participación junto con la interacción de los estudiantes. La clave es pasar de crear formaciones online propias del siglo XX, centradas más en los conocimientos teóricos que apoyan una actitud más pasiva o repetitiva por parte de los estudiantes, a crear experiencias de aprendizaje enfocadas en aspectos prácticos y lograr que se afiance mucho mejor el conocimiento.