Hoy en día, el uso de tecnología en las aulas está cada vez más extendido. Dispositivos como tablets, pizarras digitales, portátiles y aplicaciones forman parte del entorno educativo en muchos centros, aportando nuevas posibilidades al proceso de enseñanza y aprendizaje. Aun así, en Samsung somos conscientes de que los dispositivos por sí solos no garantizan mejoras en el rendimiento académico. La clave para que la tecnología realmente potencie el aprendizaje reside en su alineación con contenidos pedagógicos sólidos y metodologías específicas, que respondan a las necesidades de los estudiantes y los objetivos educativos. Todo ello implica una integración cuidadosa donde dispositivos y herramientas digitales sean aliados del currículo escolar. Por tanto, deben estar al servicio de metodologías pedagógicas que tengan como objetivo promover habilidades clave en los estudiantes, como el pensamiento crítico o la colaboración, ya que la tecnología por sí sola no garantiza estos logros.
A medida que más tecnologías se integran en las aulas, seguridad y salud digital se vuelven clave en las escuelas. Sólo en los tres primeros meses de 2023 el sector educativo recibió 2507 ciberataques a la semana, según el Foro Económico Mundial. Así, educar en un entorno digital seguro, acompañando a alumnado y profesorado en un uso y práctica saludable de la tecnología es una tarea en la que tenemos que estar todos los actores implicados. Una buena herramienta de gestión de dispositivos en los centros escolares y el uso de controles parentales son vías que nos permiten abrir un diálogo con nuestros estudiantes e hijos sobre la importancia de la seguridad en los dispositivos, el respeto en el espacio digital y la responsabilidad en el uso de la tecnología.
Involucrar a nuestros aprendices a participar en la gestión del tiempo ante la pantalla; mostrarles cómo convivir con lo analógico y lo digital; acompañarlos a potenciar su pensamiento crítico a través de actividades que les ayuden a identificar qué contenidos suman y cuales no aportan; impulsar la empatía y el respeto en redes sociales; compartir momentos de entretenimiento digital o realizar covisionados de contenidos para generar conversaciones y debates sobre un uso adecuado de estas herramientas digitales son algunas de las prácticas que nos ayudarán a promover hábitos saludables entre los futuros ciudadanos digitales.
La tecnología es un recurso transformador, capaz de enriquecer el aprendizaje y adaptarse a las necesidades de cada estudiante. Creemos que la combinación de innovación tecnológica, pedagogía y seguridad proporciona un entorno educativo que beneficia tanto a docentes como a estudiantes, haciendo de la tecnología un verdadero aliado en el aula. Es trabajo de todos el que podamos ofrecer a los menores una experiencia digital enriquecedora y positiva.
(Este contenido ha sido elaborado en colaboración con Samsung)