El siglo XXI ha traído consigo una serie de desafíos y oportunidades en el ámbito educativo. Uno de los retos más prominentes es la integración del pensamiento computacional en el currículo escolar. Aunque es una habilidad esencial para nuestros tiempos, a menudo puede parecer un concepto abstracto y difícil de enseñar. Sin embargo, hay formas creativas y efectivas para introducirlo en el aula: a través de la resolución de laberintos.
En primer lugar, hay que entender que el pensamiento computacional es una habilidad cognitiva que permite a las personas resolver problemas, diseñar sistemas y comprender el comportamiento humano a través de los fundamentos de la informática. No se trata simplemente de programar, sino de una forma de pensar que combina la creatividad, la lógica y la capacidad de abstracción. Es una habilidad transversal que se puede aplicar en diversas disciplinas y contextos, desde las matemáticas hasta las ciencias sociales y las artes.
¿Cómo podemos trabajarlo a través de la resolución de laberintos?
Los laberintos son estructuras, ya sean dibujadas en papel o construidas en grandes extensiones de tierra, que representan desafíos que requieren soluciones paso a paso. Al igual que en la programación y las matemáticas, donde se deben seguir ciertas reglas y lógica para llegar a un resultado, los laberintos desafían al alumnado a encontrar un camino desde un punto de inicio hasta un punto final. Esta analogía entre laberintos y problemas computacionales los convierte en herramientas pedagógicas ideales para enseñar pensamiento computacional. Pero no todos los laberintos son iguales ni pueden tener el mismo objetivo o la dificultad de resolución.
Existen varios tipos de laberintos que varían en complejidad y diseño:
- Laberintos Simples. Tienen un único camino desde el inicio hasta el final. Son ideales para introducir a los estudiantes más jóvenes en el concepto de resolución de laberintos.
- Laberintos con Múltiples Soluciones. Cuentan con varios caminos posibles, lo que permite al alumnado explorar diferentes soluciones y estrategias.
- Laberintos 3D. Añaden una dimensión adicional, lo que los hace más desafiantes y atractivos para los estudiantes mayores.
- Laberintos Virtuales. Con el avance de la tecnología, ahora es posible crear laberintos virtuales en plataformas digitales, lo que les permite interactuar con ellos de manera más dinámica. Para este último tipo de laberinto existe un recurso vía web donde diseñar un laberinto propio y resolverlo con diferentes técnicas y algoritmos.
En Primaria
Para el alumnado de Primaria es esencial comenzar con técnicas simples que les permitan comprender los conceptos básicos:
- Técnica de la mano derecha (o mano izquierda). Esta es una técnica intuitiva que incluso los más pequeños pueden entender. Al entrar en el laberinto, el alumnado coloca su mano derecha (o izquierda) en una de las paredes y la mantiene allí mientras se mueve. Siguiendo esta regla, encontrará la salida. Aunque esta técnica puede no ser la más eficiente, garantiza una solución en laberintos simples.
- Algoritmo de Relleno. Implica ‘inundar’ el laberinto desde el punto de inicio, expandiéndose en todas las direcciones posibles al mismo tiempo. Es una técnica sistemática que garantiza encontrar la ruta más corta en un laberinto sin ciclos.
En Secundaria y Bachillerato
A medida que el alumnado crece y desarrollan habilidades matemáticas y lógicas más avanzadas, pueden adentrarse en técnicas más complejas:
- Búsqueda en profundidad. Esta técnica explora tan profundamente como sea posible a lo largo de cada rama antes de retroceder. Es ideal para laberintos más complejos y desafiantes.
- Búsqueda en amplitud. Explora todos los posibles movimientos en cada profundidad antes de moverse a la siguiente. Es especialmente útil para laberintos grandes con múltiples soluciones.
- Algoritmo de Dijkstra. Para un alumnado más avanzado, el algoritmo de Dijkstra considera el ‘coste’ o ‘peso’ de cada paso, lo que puede introducir conceptos de optimización y eficiencia.
Los beneficios de trabajar la programación a través de la resolución de laberintos
Es cierto que la resolución de laberintos no es el único método para enseñar pensamiento computacional, pero tiene ventajas únicas en comparación con otros enfoques. Por ejemplo, la programación basada en bloques, como Scratch, permite a los estudiantes crear proyectos digitales y aprender conceptos de programación. Sin embargo, la resolución de laberintos ofrece una experiencia más táctil y visual, lo que puede ser especialmente beneficioso para aprender mejor a través de la experiencia práctica. Además, mientras que los juegos de lógica y rompecabezas pueden enseñar habilidades de resolución de problemas, los laberintos ofrecen una estructura clara y un objetivo definido, lo que puede ayudar a desarrollar una mentalidad más sistemática y orientada a objetivos.
Por otro lado, la resolución de laberintos ofrece una forma práctica y atractiva de introducir el pensamiento computacional en el aula. Al enfrentarse a desafíos visuales y aplicar técnicas lógicas y matemáticas, el alumnado desarrolla habilidades esenciales que les serán útiles en el mundo digital del siglo XXI.
Excelente artículo. Sensibiliza a la población educativa acerca del nuevo lenguaje matemático de la época.