Cada vez más personas colaboran para reducir la brecha en la desigualdad de género pero aún queda camino por recorrer. Prueba de ello son las iniciativas de muchos centros educativos para crear patios coeducativos que, gracias a su contexto lúdico, promueven la igualdad de género y la inclusión. A través del juego y la diversión, el alumnado no solo se relaciona y aprende las primeras dinámicas de socialización. También consigue eliminar ciertas situaciones como las que el psicólogo Alberto Soler plasma en sus investigaciones, donde destaca que los niños tienden a ocupar el centro de los patios y las niñas las periferias al realizar normalmente actividades más tranquilas.
Valores de los patios coeducativos
La igualdad de género y de oportunidades, la justicia, la paridad, la vida saludable, la solidaridad o la atención diferenciada son los objetivos principales que persiguen los patios coeducativos. Para que el alumnado alcance estos valores deben superarse los siguientes tres propósitos:
- Realizar una intervención alrededor del lenguaje, de modo que se revisen y eliminen aquellas formas de expresión que no estén en concordancia con la igualdad de género.
- Jugar de forma conjunta entre alumnos y alumnas. Así se favorece también la amistad entre compañeros del sexo contrario.
- Prestar atención a los espacios y objetos genéricamente marcados por los roles atribuidos a mujeres y hombres.
Planificación espacial y organizativa
A la hora de planificar el espacio y la organización del patio coeducativo es importante tener en cuenta estos aspectos:
- Diversidad: es necesario tener presente las diversidades funcionales, motrices y de cualquier otro tipo para que todos hagan uso de cualquier zona.
- Flexibilidad: dado que se cuenta con un espacio limitado debe alcanzarse una versatilidad en los diferentes lugares. Así, por ejemplo, una grada puede utilizarse tanto para ver una representación teatral como para una tertulia.
- Seguridad: cualquier estudiante debe sentirse completamente seguro con independencia de su diferencia individual si la tuviera.
- Zona de contacto con la naturaleza: según la investigadora Heike Freire, el alumnado necesita la experimentación con elementos naturales para disfrutar de un desarrollo completo, integral y saludable.
- Zona de juego activo y tranquilo: ofrecer alternativas variadas para prevenir el sedentarismo y tener una vida saludable, además de un lugar tranquilo donde realizar juegos que fomenten la equidad y la inclusión.
Para llevar a cabo todo lo que se comenta y modificar con éxito los patios tradicionales por espacios coeducativos, es necesario considerar asimismo la formación permanente del profesorado en coeducación e igualdad; realizar un diagnóstico de las carencias de los recreos; y disponer de juegos y actividades que desafíen los estereotipos de género.