Conversaba con una maestra apasionada por su trabajo y con una vocación total que me transmitió lo que estoy convencido que muchos docentes piensan y padecen todos los años: la dificultad de compaginar la labor diaria con su alumnado, las gestiones administrativas y la necesaria formación docente para poder extraer el máximo partido de todas las innovaciones que no paran de llegar a las aulas.
Precisamente, ella había dedicado una parte de sus vacaciones a formarse en inteligencia artificial y se mostraba fascinada por las enormes posibilidades que ofrece esta tecnología para mejorar tanto sus gestiones diarias como el proceso de enseñanza aprendizaje con sus estudiantes. Pero también me transmitió su pesar porque el comienzo de curso estaba a la vuelta de la esquina y sabía que iba a disponer de muy poco tiempo para investigar y profundizar en toda la información y documentación que había recibido sobre esta materia.
Las charlas que a lo largo de todos estos años he mantenido como periodista educativo con numerosos docentes de todos los niveles me corroboran que, tristemente, el caso de esta maestra no es aislado. Una inmensa mayoría me ha transmitido sus deseos de formarse para conocer mejor las metodologías, innovaciones y nuevas tecnologías que surgen prácticamente sin cesar, pero no encuentran el momento de hacerlo si no es utilizando una parte de su tiempo personal. Y, curiosamente, el principal motivo esgrimido suele ser el gran volumen de tareas burocráticas y administrativas a las que tienen que hacer frente en su día a día, labores que incluso les restan tiempo de calidad con su alumnado.
No soy docente, no pertenezco al equipo directivo de un centro ni soy responsable de una administración pública con capacidad de decisión, por lo que no tengo la solución a este problema, pero sí tengo claro que existe y que es necesario afrontarlo. La llegada de una tecnología como la IA, que ya está suponiendo un cambio radical no sólo en la educación sino en la sociedad en su conjunto, hace preciso más que nunca de docentes formados, motivados y empoderados que puedan sacar el máximo partido de la misma y que, a su vez, puedan formar a su alumnado en su mejor uso posible para que no tengan que hacerlo fuera del entorno escolar.
Este editorial se publicó en el número 55 de la revista impresa de EDUCACIÓN 3.0. Si quieres recibirla accede a nuestra tienda online y consíguela aprovechando el 20% de descuento en la suscripción anual utilizando el código #EDUCACION55.