La importancia de la comunicación no verbal para detectar el bullying

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Detección Casos De Bullying

Rocío María García Cecilio, trabajadora social, hace un doble reflexión en este artículo sobre el acoso escolar. Por un lado, manifiesta la importancia de la comunicación no verbal para detectar el bullying entre los estudiantes y, por otro, insiste en que hay que pasar tiempo suficiente con ellos para conocer cómo son y cuál es su comportamiento,  pues esta información es clave a la hora de detectar posibles casos de bullying o acoso en la escuela. ¿Qué pensáis vosotros? 
Para intentar detectar si los menores son víctimas de acoso moral o físico en los centros  escolares es muy importante que exista una comunicación verbal (básica en toda relación padres-hijos) y también no verbal basada en la observación, la comprensión del comportamiento de los niños y la atención de las sutiles señales que transmiten de forma indirecta; pues a través de ellas hacen llegar su petición de ayuda dado que el  bloqueo emocional o miedo les impiden hacerlo de forma directa.

Cómo detectar el bullying: interpretando las señales

Señales Acoso Escolar

El bullying tiene unas consecuencias en la salud física y psicológica de los menores que en ocasiones no se manifiestan de manera inmediata, o si lo hacen al principio aparecen de manera poco alarmante, dificultando así su detección precoz y recuperación de las secuelas que genera.
Como se suele decir el mejor tratamiento es la detección precoz, de ahí que se sea fundamental prestar una atención minuciosa a estas primeras evidencias y síntomas, además de los pequeños cambios que manifiesten. Ahora bien, dicha detección depende en gran medida del tiempo que se destina a ellos para atender, detectar, conocer, observar, comprender y empatizar.

Emplear tiempo (un bien tan escaso en nuestros días fruto de las prisas, las preocupaciones, las obligaciones, en comunicarnos abiertamente con nuestros hijos, en conocer sus gustos, aficiones, miedos, reacciones… ) ayuda a obtener información acerca de las preocupaciones y problemas que les pueden afectar. No obstante, esta comunicación abierta, en el caso del bullying, no siempre es fácil: como la presión y el miedo al que se ven sometidos al ser acosados la bloquean, son necesarias otras vías que faciliten esta detección.

Conocer y observar

Cómo Detectar El Bullying

Se trata de detectar, prestar atención a cualquier cambio significativo en el comportamiento de los hijos. Son los cambios que nos llevan en ocasiones a decir 'le noto raro'; si se ha vuelto más introvertido y habla menos; deja de salir con los amigos y pasa mucho tiempo cerrado en su habitación; se encuentra más sensible y llora o por el contrario se enfada con facilidad; si tiene cambios en el apetito; descuido de su aspecto; saca peores notas...

Estos cambios a los que en ocasiones no prestamos atención, o no les damos la importancia que tienen, son la señal que envían indirectamente buscando ayuda. De igual forma, es importante observar posibles golpes, moratones, arañazos de una forma reiterada o prendas de vestir rotas. Podrían ser señales de agresiones físicas.
Evidentemente hablar de cambio implica conocer el comportamiento previo al mismo, es decir, si no he observado a mi hijo, no conozco sus hábitos, sus comportamientos, su reacciones emocionales, difícilmente podré detectar la anormalidad y por tanto será difícil saber que algo está ocurriendo para poderlo hacer frente.

Comprender y empatizar

Imagen Rosa Maria Garcia

Ser capaces de ponernos en el lugar de nuestros hijos es primordial y esencial para comprender la importancia que pueden tener para ellos actuaciones y comportamientos que de otra manera no entenderíamos, llegando incluso a negar o minimizar el problema.
Por tanto no debemos de esperar a las consecuencias evidentes como pueden ser el fracaso escolar, las pérdidas importantes de peso, episodios de depresión o ansiedad, entre otros. Hay que dedicarles tiempo y estudiar su comportamiento para no tener que lamentarse.

Rocío María García Cecilio es trabajadora social en un centro asistencial.

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