Aprobar el examen de las oposiciones a docente no es fácil ya que se trata de un proceso complejo en el que la inseguridad, la presión y el aturdimiento son habituales. Para afrontarlo lo mejor posible es importante una buena preparación y considerar los errores o las dificultades más comunes que se detallan a continuación.
La clave no está solo en estudiar
Hay que leer detenidamente la convocatoria para saber la valía de cada parte del examen, el carácter eliminatorio de la misma y qué habilidades nos ayudan a obtener una nota más alta. Imaginemos que una persona ha estudiado mucho pero no sigue las reglas básicas como, por ejemplo, utilizar un tipo de letra concreto. Este opositor tendría muy pocas posibilidades de aprobar simplemente por el hecho de no haberse fijado en ese tipo de detalles.
Evitar salir de la zona de confort
Durante las primeras etapas de la oposición es común enfrentarse a miedos e inseguridades por lo desconocido. Para superar esta situación conviene analizar, por un lado, las fortalezas y las debilidades individuales; y por otro el formato del examen. Así, es recomendable establecer un horario y destinar más tiempo a las habilidades que se necesitan reforzar aunque esto suponga abandonar la zona de confort. Si por ejemplo un opositor tiene dificultades en la comprensión del audio en inglés y no lo trabaja será complicado que obtenga buenos resultados.
‘Estudio pero no avanzo nada’
En ocasiones también puede invadirnos la sensación de que no avanzamos pese a dedicar muchas horas de estudio. Esto no es verdad: hay que evitar ver la oposición como un todo y ser conscientes de cada pequeño paso que damos. Una buena forma de solucionarlo es escribiendo de forma periódica (semanal o mensualmente) los logros alcanzados que se van alcanzando. De esta forma estaremos dando importancia a las tareas realizadas y no a las que nos faltan por terminar.
¿Por qué nos hablamos mal?
Es necesario respetarnos y aceptar los errores que ocurren durante el proceso de preparación de la oposición si queremos avanzar. Para ello tener un diálogo interno positivo es la base del éxito. Y es que nuestro cerebro cree ciegamente lo que le decimos y más si es un discurso repetitivo y continuo.
Atención a los rumores
Debemos prestar atención a la calidad de las informaciones que leemos en redes sociales y foros ya que no siempre están basadas en datos fundamentados. Un ejemplo es la publicación de las hipotéticas fechas de los exámenes o el aumento en el número de temas que muchas veces lo que generan es nerviosismo cuando se les da credibilidad. Aunque la convocatoria sea una lectura densa, es necesaria, porque ahí es donde se encuentra la verdadera información.