Comenzar un nuevo reto siempre implica una mezcla de muchas cosas: ilusión porque es el motor para crear y seguir adelante; incertidumbre porque hay aspectos que no podemos tener bajo control y autoexigencia porque queremos hacerlo lo mejor posible por nosotros mismos y por los demás. Pero si ese reto supone poner en marcha un centro de Secundaria, hay que sumarle a todo eso una gran responsabilidad pues hay muchas cosas que debemos planificar y tener en cuenta para comenzar el funcionamiento.
Cuando el equipo directivo del nuevo IES La Fresneda (Asturias) se reunió por primera vez con la consejería de Educación allá por el mes de mayo, quizás no éramos conscientes de todo eso. Solo nos movía una idea: estábamos ante la oportunidad de poner en marcha un centro educativo que reflejara nuestra idea de una educación actual. Además, es un centro muy esperado por la comunidad educativa. Está situado en la Urbanización la Fresneda, la más grande de toda Asturias y es el primero de los cuatro centros de nueva creación planificados en el Principado.
En cuanto al edificio elegido para albergar el nuevo centro, destaca la amplitud, el color y la luminosidad. Pero, por encima de todo, tenemos una visión potente del espacio: los paneles móviles, las aulas exteriores, el ágora… Una vez controladas las emociones y el vértigo, nos pusimos manos a la obra.
Pasos clave para crear un nuevo centro de Secundaria
Es imprescindible que la administración, con los cauces legales oportunos, permita que el equipo directivo pueda elegir un equipo impulsor. Por tanto, el primer paso fue reunir a un equipo de docentes que nos ayudaría en la labor.
El siguiente paso fue marcar las líneas básicas de lo que queríamos para nuestro alumnado, unas líneas de actuación inalienables que marcaran la idiosincrasia de nuestro centro. En nuestro caso particular, son las siguientes:
- No usar libros de texto. Utilizar el modelo BYOD (‘Bring your own device’ o ‘trae tu propio dispositivo’, en su traducción al castellano).
- Metodologías activas. No es necesario romper con lo anterior para modernizar la educación. Hay que conjugar lo bueno de todas las visiones y hacer que todos y todas sumemos. El consenso es fundamental, pero también queremos que nuestro alumnado sepa y sepa hacer cosas. Queremos involucrar a los estudiantes de manera activa para promover las habilidades. Ahí radica el aprendizaje competencial.
- Docencia compartida. Siempre que tengamos la oportunidad, queremos que haya dos docentes en el aula. Esto favorece indudablemente el desarrollo de proyectos y la inclusión de todo el alumnado.
- Trabajo por ámbitos. Los saberes no deben estar partidos en áreas de saber. Los ámbitos (cuatro en nuestro centro) permiten conjugar contenidos para que el aprendizaje sea más diverso.
- Coordinación docente. Es una lucha constante en los centros de Secundaria. Los pasillos y los recreos siguen siendo espacios de coordinación, pero también hemos habilitado horas de coordinación de ámbito e inter ámbitos.
- Formación constante. La formación del profesorado, del alumnado y las familias es fundamental para crear una unidad de acción y seguir un camino.
El tercer punto a tener en cuenta es la gestión como equipo directivo. No nos referimos a la gestión administrativa, sino a la importancia de la gestión de las emociones, esa inteligencia interpersonal que muchas veces dejamos en segundo plano. No somos expertos en coaching educativo, pero sí que somos conscientes que pequeñas actuaciones ayudan a la creación de un equipo de trabajo con un ambiente óptimo: diálogos, semana de acogida del alumnado con talleres, búsquedas de consenso…
Los imprevistos y la parte administrativa
Cuando comenzamos de cero a crear un centro educativo hay pequeños detalles que van apareciendo en forma de problemas. Pero podemos hacer frente a todo con estos sencillos consejos: hacer una lista de lo que tenemos y lo que no (al principio es posible que falte mobiliario o que vaya llegando con el paso de las semanas o meses). Es imprescindible hacer un listado de lo que tenemos, de lo que llegará y de lo que necesitamos con urgencia; contactar con las personas adecuadas en la administración y, si es necesario, pedir ayuda. En nuestro caso, compañeros y compañeras de equipos directivos fueron clave para resolver dudas y acompañarnos en el proceso.