La inteligencia artificial resulta un complemento muy útil para toda la comunidad educativa. Carmen Arlette, docente de la Universidad Autónoma de Guadalajara (México), nos explica sus beneficios y muestra algunas herramientas para hacer uso en el aula.
La inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como una de las tecnologías emergentes más innovadoras y revolucionarias en la actualidad, transformando diversos sectores, entre los que también se encuentra el educativo. Por ello, resulta esencial conocer cómo la IA está cambiando la educación, de qué forma se puede convivir con ella en las aulas para lograr, por un lado, que la educación se adapte de forma personalizada al alumnado y, por otro, ayude al profesorado en la automatización de tareas administrativas y generación de estrategias de enseñanza-aprendizaje innovadoras.
Lo primero es conocer el perfil cognitivo del estudiante, es decir, a través de una evaluación profunda. Es imprescindible identificar el nivel en que cada uno de ellos cuenta con ciertas habilidades cognitivas como el razonamiento lógico, la memoria de trabajo, la comprensión, la tolerancia a la frustración, la capacidad de atención, la planificación, el lenguaje y la gestión del tiempo. Esto lo podemos hacer utilizando algún test cognitivo que nos indique los diferentes valores de medición de cada una de estas habilidades cognitivas. Con los resultados obtenidos podremos generar correlaciones de funcionamiento que nos permitirán identificar la mejor forma de aprender de cada uno de los estudiantes, por ejemplo, una buena compresión permite entender mejor un tema a partir de resúmenes o una alta memoria de trabajo necesitará menos ejemplos y menos detalles…
De este modo, conocer las habilidades cognitivas y las correlaciones de funcionamiento ayudará a obtener y a analizar datos relevantes que posibiliten la creación de modelos con inteligencia artificial capaces de crear estrategias de enseñanza-aprendizaje junto al uso de herramientas tecnológicas para fomentar el aprendizaje. Para ello podemos hacer uso de herramientas como Tableau, Power BI, QlikView, Google Data Studio o D2L Insights, entre otras, que ofrecen la posibilidad de analizar datos de diferentes estudiantes, patrones de rendimiento y adaptar el contenido. Esto permitirá crear alternativas de educación personalizada a partir de IA para que el alumnado pueda comprender mejor la información que compartimos dentro de las aulas, aprender a su propio ritmo y avanzar más rápido en áreas en las que tienen habilidades dedicando más tiempo a conceptos que les resultan más desafiantes y complejos.
Asimismo, con la inteligencia artificial se puede realizar un monitoreo constante del alumnado y adaptar los contenidos educativos como lecciones, ejercicios y material de lectura al perfil del estudiante y según sus necesidades para potenciar sus capacidades o bien proporcionar ejemplos adicionales y recursos de apoyo para una mejor comprensión, fortalecer las áreas más ‘débiles’ y fomentar su interés.
Por ello, es importante que las instituciones educativas cuenten con un área tecnológica bien fortalecida, que les permita contar con una base de datos estructurada para crear modelos computacionales y redes neuronales alimentadas con una amplia variedad de contenidos creados por los docentes y adaptados a los diferentes niveles de enseñanza y capacidades cognitivas de los estudiantes. Gracias a la inteligencia artificial será posible proporcionarles herramientas y plataformas que adapten y ajusten el material de aprendizaje para satisfacer las necesidades individuales del alumnado.
En el lado del profesorado, la IA ofrece la oportunidad de automatizar tareas ‘administrativas’ ya que permite evaluar automáticamente tareas y exámenes, proporcionando una retroalimentación detallada y específica. Para ello, plataformas como ProctorU y Gradescope pueden evaluar respuestas múltiples o, incluso, respuestas escritas. También ScribeSense utiliza la inteligencia artificial para proporcionar retroalimentación instantánea y personalizada a los estudiantes en sus escritos, ayudándoles a mejorar sus habilidades de escritura.
Por otro lado, los chatbots educativos como Dialogflow, MobileMonkey, Botpress también son otra herramienta que permite liberar el tiempo de los docentes al proporcionar respuestas automáticas e instantáneas a preguntas comunes del alumnado o los asistentes virtuales (Microsoft Bot Framework, Botpress, Zapier) que les ayudan a anotar la asistencia a clase y enviarles recordatorios sobre tareas, exámenes o avisos importantes.También son importantes los tutores virtuales, que basados en IA pueden ofrecer apoyo adicional a los estudiantes que lo necesitan, ofrecer explicaciones adicionales, resolver preguntas y mostrar ejercicios de práctica personalizados, al igual que los sistemas de recomendación de contenido que cuentan con recomendaciones como libros, vídeos y actividades, que se adapten a los intereses y habilidades de cada alumno.
Por último, los sistemas de predicción de desempeño estudiantil (Blackboard Predict, D2L Insights, Ellucian Analytics, Canvas) también son una herramienta útil ya que utilizan datos históricos y análisis predictivo para identificar a los estudiantes que podrían estar en riesgo de fracaso escolar y tomar medidas preventivas.
Es importante resaltar que la implementación efectiva de la IA en el aula requiere de un proceso cuidadoso de planificación así como una amplia y adecuada capacitación para garantizar que el uso de esta tecnología sea beneficioso tanto para los docentes como para los estudiantes. Además, hay que tener presente que el uso de la IA no significa el reemplazo de la experiencia, conocimientos y habilidades de los maestros sino que funciona como un complemento útil para ayudar en su trabajo y mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Interesante la reflexion acerca de I.A. para docentes y estudiante. Bendiciones y gracias por compartir.