Durante sus años de formación, los estudiantes adquieren una amplia variedad de conocimientos que prometen ayudarles a entender mejor el entorno que les rodea y desarrollar una carrera laboral. Pero, ¿qué trabajos les esperan? ¡Algunos que todavía no se han inventado! De hecho, la consultora TIC Cognizant ha publicado dos informes en los que recoge un total de 42 empleos que llegarán en los próximos 10 años, pero que todavía no existen. Por lo tanto, no hay formación específica para ellos.
Un cambio necesario
Numerosos expertos llevan años apuntando que es necesario apostar por un cambio en el sistema educativo y, más concretamente, en la Educación Superior y la Formación Profesional, debido a que son la antesala del mundo laboral. En esta línea y de acuerdo al informe ‘Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2018’, la duración y la calidad de la enseñanza que las personas reciben tiene un impacto importante en su transición desde la educación al trabajo, así como las condiciones del mercado laboral, el contexto socioeconómico o las características culturales de cada país.
También mantiene que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la sociedad actual, que durante los periodos de recesión, ha observado cómo los jóvenes permanecían más tiempo en el sistema educativo con el objetivo de mejorar a la espera de condiciones más favorables. Y durante este proceso, probablemente pasaron por alto el aprendizaje de las habilidades que realmente les permitieran ser más versátiles y aprender a lo largo de toda su vida.
El foco en las soft skills
Hoy en día, se hace evidente la diferencia entre los conocimientos adquiridos en clase y las competencias reales necesarias para poder funcionar en un puesto de trabajo. Tal y como reflexionan los expertos de la consultora ManpowerGroup Tomas Chamorro-Premuzic y Becky Frankiewicz en un artículo para la revista Harvard Business Review, los títulos están perdiendo su valor frente a las habilidades concretas y la facilidad de adquisición de las mismas a lo largo de la vida.
En lugar de apreciar una serie de conceptos estudiados, estos expertos en recursos humanos mantienen que las empresas buscan lo que se denomina 'soft skills' (también conocidas como habilidades blandas o interpersonales), es decir, cualidades como la escucha activa, la creatividad, la capacidad de aprendizaje, el trabajo en equipo o la resiliencia, entre muchas otras. Y estas son cosas que no se aprenden en un curso teórico. En cambio, se pueden entrenar a lo largo de toda la vida mediante metodologías activas que, a través de la experiencia, provoquen en el alumnado una reflexión sobre sus propios talentos y habilidades. Así explica la autora del libro ‘Educar El Talento’, Sara Moraleja, la importancia del autoliderazgo para los escolares y su futuro, por ejemplo.
De hecho, ya en 2017, la OCDE realizaba la siguiente recomendación a España en su informe titulado ‘Getting Skills Right: Spain’: “ampliar la financiación basada en el rendimiento en la enseñanza superior a fin de promover una respuesta más firme de las instituciones de formación a las necesidades del mercado laboral. Esto debería mejorar la adecuación de las cualificaciones de los graduados”. Además, recomienda que se incentive el estudio vocacional, bien mediante la Universidad o a través de la Formación Profesional. También que la orientación laboral comience desde la Enseñanza Secundaria, poniendo al alcance de todos los implicados información actualizada sobre las habilidades necesarias que se deben trabajar.
Igualdad de oportunidades
Al restar valor a las titulaciones y poner en relieve las 'soft skills' de cada persona, se consigue dar un paso más hacia la igualdad de oportunidades, de acuerdo a las afirmaciones de los expertos de ManpowerGroup. En lugar de buscar las notas más altas, afirman que las empresas buscarán entre los alumnos con mayor capacidad para aprender y adaptarse. Esta será, por tanto, una de las habilidades más preciadas, ya que el rápido avance de la tecnología está provocando una transformación en los empleos.
- Moraleja Novillo, Sara (Author)
Esta fábula de Paul A. Kirschner y Mirjam Neelen explica por qué no es muy buena idea potenciar las ‘soft skills’: