Convertir una biblioteca obsoleta en un espacio de dinamización para la lectura o transformar el porche de un colegio en un auditorio para celebraciones son solo dos de las acciones que se han llevado a cabo en los 30 proyectos educativos que han participado en el programa Samsung Smart School.
Programa Samsung Smart School
La iniciativa Samsung Smart School, desarrollada por Samsung en colaboración con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, apuesta por el uso de las TIC como medio para impulsar el cambio en la educación y está dirigida a centros públicos de Educación Primaria.
Los centros participantes en este programa proceden de toda España y han sido seleccionados según criterios geográficos (zonas rurales alejadas), sociales (lugares con una ratio elevada de desempleo) y educativos (centros con alta tasas de abandono escolar o con alumnos de educación especial que requieren un apoyo). “Hemos elegido centros con riesgo de brecha digital o con alto nivel de inmigración o desempleo”, explicó Francisco Hortigüela, director de Ciudadanía Corporativa y Relaciones Institucionales de Samsung España, durante el IV Encuentro de Profesores organizado por Samsung.
En total son 30 proyectos que han replanteado cómo los espacios físicos influyen en las metodologías de aprendizaje, propiciando una profunda reflexión sobre el uso del espacio en las aulas del futuro.
Disminuir la brecha digital
Uno de los principales objetivos de los participantes es gestionar los espacios como una herramienta más en el proceso de transformación digital, crear un clima agradable en los centros y fomentar el diálogo y el aprendizaje entre toda la comunidad educativa.
“Estamos muy orgullosos del trabajo del profesorado y alumnos de las 30 Samsung Smart School para favorecer el cambio metodológico a través de la transformación de espacios en sus respectivos colegios. Son un ejemplo brillante de cómo la colaboración y la participación pueden provocar cambios muy positivos en el desarrollo del aprendizaje, representando precisamente los valores que como compañía pretendemos transmitir con esta iniciativa”, declaró Hortigüela.
Fomentar las competencias
Entre las propuestas figuran un colegio con escaleras y patios de fracciones además de figuras geométricas, un centro en que se han reorganizado absolutamente todos los espacios o un tercero en el que han dado un vuelco a su biblioteca, creando la figura de los ‘booktubers’: unos estudiantes que aconsejan a los indecisos sobre qué leer. Además, todos los centros han logrado fomentar, gracias a esta iniciativa, las múltiples competencias de los alumnos, tanto las lingüísticas como las matemáticas, sociales y digitales. “Cuando hay un proyecto tan bien formado como este, los profesores están más motivados para participar y, finalmente, se logra esa transformación de los centros”, destacó Laura Morillas, directora del INTEF.