Desde hace varios años, los eReaders o lectores de libros electrónicos son uno de los dispositivos portátiles más populares, gracias a su capacidad para almacenar miles de libros en un equipo muy compacto y que puede llevarse a todas partes.
Además, tienen beneficios muy claros en el entorno educativo: reducción del peso de las mochilas, ejercicios más dinámicos para una mejor comprensión de las materias... Pero, ¿cómo elegir uno entre tanta tecnología y características diferentes?
Lo esencial, la pantalla
El aspecto más importante a tener en cuenta es, sin duda, la pantalla. Y es que se pueden encontrar modelos con pantalla LCD a color y otros con tecnología de tinta electrónica.
Los primeros son ideales cuando no se va a leer durante mucho tiempo y esa actividad va a completarse con la visualización de contenidos multimedia o la navegación por Internet. No se puede olvidar que este tipo de pantallas emiten luz (como lo hacen los monitores de ordenador o los televisores), por lo que un uso continuado puede fatigar la vista.
La tecnología de tinta electrónica o eInk, por otro lado, consigue reducir el cansancio de los ojos y permite una visualización óptima de los textos a plena luz del día. Es así gracias a que refleja la luz del mismo modo que el papel, con lo que es capaz de emular las sensaciones que se producen al leer un libro tradicional. ¿Su limitación? No permite mostrar colores o imágenes de movimiento. Este tipo de pantallas son las más indicadas cuando lo único que se va a hacer con el dispositivo es leer, y han mejorado mucho en las últimas generaciones: cada vez tienen mayor definición, son más nítidas y pasan las páginas más rápido.
¿Y la luz?
Es muy fácil encontrar libros electrónicos que completan su pantalla eInk con una tecnología que permite iluminar las páginas sin dañar la vista: no se dirige hacia los ojos si no a la propia pantalla. En cada firma tiene un nombre pero, esencialmente, ayuda a mejorar la calidad de visualización en entornos con mucha o poca luz.
¿Táctil o con controles físicos?
Es una decisión que obedece sobre todo a las preferencias personales, aunque en el entorno educativo puede ser de mayor utilidad una pantalla táctil que permita subrayar textos, tomar notas, o seleccionar una palabra para buscarla en el diccionario o traducirla a otro idioma.
Los modelos con controles físicos tienen a su favor que son menos delicados y que pueden utilizarse de forma más cómoda con una sola mano.
¿Wi-Fi? ¿USB? ¿Tarjeta de memoria?
Buena parte de los eReaders disponibles en el mercado disponen de conectividad Wi-Fi, una tecnología que permite conectarse a Internet de forma inalámbrica para descargar libros o consultar páginas web.
Si no se dispone de esta tecnología, lo más habitual es conectar el dispositivo al ordenador a través de USB y guardar los libros en su memoria interna. Aun así, este aspecto no es determinante para su rendimiento, ya que aunque no tenga mucha capacidad (también hay que tener en cuenta que en 2 Gb entran miles de libros), si tiene una ranura para tarjetas de memoria nunca habrá problema.
ePub, estándar
Los lectores de libros electrónicos son compatibles con multitud de formatos; en total, hay más de 20 posibilidades. TXT, HTML, PDF, DOC, MOBI… Aunque el formato más extendido es el ePub.
Personalización y ajustes
Por último, aunque no por ello menos importante, es necesario prestar atención a las posibilidades de personalización de los textos. Y es que resulta muy útil que permitan cambiar el tamaño de letra para adaptarse al gusto de cada uno o incluso su tipo, grosor, el interlineado y un largo etcétera.
Es cierto que es mucho mas lígero y en las mochilas de los niños se nota la diferencia. Pero que lindas son las paredes llenas de libros leidos!