Seguro que ser más productivo es uno de los principales propósitos de muchos estudiantes para este nuevo año. Y es que organizarse bien a la hora de realizar las tareas escolares y estudiar es clave para gestionar mejor el tiempo y, sobre todo, el estrés. Y para conseguirlo es posible recurrir a métodos y técnicas que ayudan precisamente a mejorar la organización, como el método 5S. Originario de Japón, surgió en la década de los 50 con el objetivo de promover la eficiencia y la organización en el entorno laboral y a día de hoy es utilizado en muchas compañías como Coca-Cola y Bimbo con resultados muy positivos. Sus beneficios pueden extrapolarse también al terreno académico. Te contamos cómo.
¿Qué significan las 5S?
¿En qué consiste realmente el método 5S? Lo primero que hay que tener en cuenta es que las cinco ‘S’ que le dan nombre hacen referencia a una acción: cada estudiante debe avanzar por cada una de ellas hasta conseguir el objetivo final. Son:
- Seiri (Clasificación). En ella se apuesta por separar lo necesario de lo innecesario y eliminar lo que no es útil en el lugar de estudio. El objetivo es reducir el desorden y mantener sólo los elementos esenciales. Así, lo principal será tener un área de estudio ordenada, limpia y en la que solo estén los elementos imprescindibles para llevar a cabo la tarea, eliminando distracciones como el teléfono móvil. Otra idea puede ser contar con material básico, como un bolígrafo y un subrayador, en lugar de tener un estuche con multitud de objetos de diferentes colores que obliguen a invertir mucho tiempo a la hora de escoger cuál utilizar.
- Seiton (Ordenar). Organizar los elementos necesarios para que sean fáciles de encontrar, usar y devolver a su lugar. Cada cosa debe tener un sitio asignado y estar etiquetada o señalizada correctamente. Por ello, será importante tener los apuntes y libros ordenados y organizados, de manera que sea posible acceder a ellos de forma rápida.
- Seiso (Limpieza). Conservar el espacio de estudio limpio y ordenado, eliminando la suciedad y los residuos que pueden impedir estudiar: folios de papel usados, restos de comida o bebida…
- Seiketsu (Estandarizar). Crear estándares claros para mantener y controlar los tres primeros pasos. Esto incluye establecer rutinas y procedimientos que garanticen que las prácticas de clasificación, orden y limpieza se lleven a cabo de manera uniforme y constante.
- Shitsuke (Seguir mejorando). El objetivo de este último paso se basa en promover la autodisciplina con el fin de convertir el plan en un hábito y que la rutina de estudio se mantenga; algo esencial para asegurar su cumplimiento a largo plazo.
Múltiples beneficios
Implementar este plan y seguirlo de tal forma que se convierte en un hábito puede traer consigo numerosos beneficios, como por ejemplo una mayor productividad, gracias a que reduce el tiempo perdido; una mejora de la calidad del entorno, pues el orden y la limpieza eliminan el ‘ruido visual’ y permiten centrarse en lo realmente necesario; o una mejor optimización de recursos, al eliminar lo innecesario y apostar por utilizar los materiales de forma más eficiente.
interesante propuesta de las 5s