El comienzo de curso es el momento ideal para que los docentes piensen en nuevos modos de innovar en su aula y enseñar los contenidos de forma diferente. Una alternativa muy motivadora para el alumnado son los proyectos de aprendizaje, aquellos que hacen tomar conciencia de un problema y reconocer el aprendizaje que se ha adquirido intentando resolverlo. Para ayudar al profesorado en la tarea de diseñar un proyecto de este tipo de forma sencilla y paso a paso, Fernando Trujillo, doctor en Filología Inglesa y profesor de la Universidad de Granada, ha creado una guía, que se encuentra dentro de la sección ‘La aventura de aprender’ del INTEF (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado), en la que explica cuáles son los pasos a seguir.
El paso a paso de un proyecto de aprendizaje para el aula
Trujillo divide la guía en seis pasos fundamentales para poner en marcha un proyecto de aprendizaje en el aula.
- Narración y escenario. Estos dos elementos son primordiales, ya que despiertan la imaginación y la creatividad del alumnado. Con ellos se puede decidir el tiempo invertido, el esfuerzo y la capacidad cognitiva en el proyecto. También marcan qué es posible y lo qué no lo es. Dentro de la narración de un proyecto, los estudiantes tienen la posibilidad de ponerse en la piel de múltiples personajes y ‘viajar’ a distintos escenarios relacionados con la temática en cuestión.
- El desafío. Dentro de un proyecto, toma la forma de un problema o de una pregunta. ¿El objetivo? Suponer un reto para los estudiantes. Para Trujillo, es importante que esa cuestión sirva para mover a la acción y que ayude a focalizar y a contextualizar el desafío.
- Curación y lectura crítica. Estos son los pilares del proyecto. La curación sirve para encontrar información útil que ayude a llevarlo a cabo; es importante apoyarse en los propios conocimientos como docente, pero también en el equipo de compañeros e, incluso, en el entorno más cercano del profesorado. Por otro lado, las lecturas, vídeos o audios que traten contenidos similares al proyecto también resultan muy prácticos. Asimismo, el experto propone realizar una lectura crítica de todas las fuentes de las que se recibe información, sobre todo si no provienen de instituciones académicas relevantes.
- El producto final del proyecto. En este punto lo fundamental es definir cuál será la meta del proyecto. Trujillo explica el siguiente ejemplo: “Imagina que hay un problema medioambiental vinculado con la limpieza de las playas. Se puede definir como producto final la creación de una campaña de concienciación con cartelería hecha en papel reciclado y piezas de vídeo y de audio que serán difundidas entre los centros educativos de la zona”. El producto final debe dar respuesta al desafío y también es la pieza principal para su difusión en el centro.
- Las etapas del viaje. Una vez definidos el escenario, la narración, el desafío y el producto final, hay que ‘pensar hacia atrás’, es decir, preguntarse qué tareas hay que realizar para tener, en un plazo determinado de tiempo, el producto final. Deben ser realistas en torno al conocimiento y las competencias de los estudiantes, coherentes con el desafío y el producto final del proyecto y valiosas en el ámbito del desarrollo personal y grupal.
- La evaluación. Los objetivos de la evaluación de un proyecto están centrados tanto en la ejecución de las tareas como en los resultados de aprendizaje. Las rúbricas pueden ser una herramienta muy útil para este último paso.
Al final del documento, Trujillo facilita una serie de recursos entre los que se encuentran ejemplos de otros proyectos, lecturas y herramientas para facilitar el proceso de desarrollo de un proyecto de aprendizaje en el aula. La guía completa se puede consultar aquí.
La guía no se puede ver porque siempre está el servicio en mantenimiento
quisiera saber más de proyectos
La guía no se ve , que se vea ,por favor o que pasa ,la necesitamos