Los programas de verano aumentan la probabilidad de recuperar asignaturas

Con la llegada de las vacaciones surgen los programas de verano para combatir el llamado efecto ‘summer loss’, un término que hace referencia al retroceso en el proceso de aprendizaje de los alumnos durante estos meses y que afecta de manera especial a los que desde un punto de vista social y académico son más vulnerables.
La monografía ‘¿Puede un programa de verano mejorar las oportunidades educativas del alumnado? Evaluación de impacto del programa Èxit Estiu’ (colección MONOGRAFÍAS SOBRE EDUCACIÓN) ha querido responder a esta pregunta.
Para ello, ha comparado los resultados obtenidos con este programa de refuerzo escolar y acompañamiento de verano en su primera edición (2012-2013) y la celebrada entre 2016-2017, aplicando de metodologías distintas. Promovido por el Consorcio de Educación de Verano, ha sido una labor de los analistas Miquel Àngel Alegre, Federico Todeschini y Anna Segura, investigadores de Ivàlua - Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques
Tras este análisis, se ha concluido que la participación en los programas de verano tiene múltiples beneficios para los alumnos.
Programas como Èxit Estiu, conducidos por estudiantes universitarios, se caracterizan por combinar actividades académicas con la práctica deportiva; además, se dirigen a alumnos de Secundaria Obligatoria en riesgo de repetición escolar.
Precisamente, los tres analistas que han elaborado estas conclusiones inciden en que un programa de verano, conducido por estudiantes (no por profesores cualificados) y de baja intensidad y duración, puede tener un impacto positivo en los resultados educativos del alumnado de Secundaria, cuando menos en el corto plazo. Por tanto, la evaluación de esta intervención sugiere tres principales recomendaciones: