‘Tú puedes aprender cualquier cosa. Es gratis. Para todos. Para siempre’. Esta frase de bienvenida se encuentra en el portal Khan Academy y resume a la perfección el objetivo por el que Salman Amin Khan se embarcó en esta aventura en el año 2008: surtir de contenidos a todo el mundo y en todos los niveles educativos. O lo que es lo mismo: facilitar una serie de herramientas para que los estudiantes, se encuentren donde se encuentren, puedan aprender sin restricciones. En la actualidad, este portal está disponible en 36 idiomas y tiene presencia en 190 países. Así, el acceso universal a todo tipo de conocimientos y la gratuidad de los mismos han sido los principales motivos por los que ha conseguido el Premio Princesa de Asturias 2019 a la Cooperación Internacional.
¿Cómo surgió?
La idea de fundar una web en la que compartir material educativo sin cobrar por ello surgió cuando su creador, Salman Amin Khan, comenzó a ayudar en la distancia a una prima y dos de sus hermanos con algunos conceptos matemáticos. Tras comprobar que los resultados académicos de sus familiares mejoraban, Salman decidió en 2006 publicar algunos vídeos en YouTube con lecciones tutorizadas para que se pudieran ver en cualquier parte del mundo. Esta idea fue el germen de lo que hoy es Khan Academy.
Sin embargo su despegue definitivo no se produjo hasta dos años más tarde, en el 2010, cuando el portal educativo comenzó a recibir apoyo económico de gigantes tecnológicos como Google o la fundación de Bill Gates.
Objetivos de Khan Academy
Uno de los aspectos más destacados de esta academia virtual gratuita es que está dirigida literalmente a ‘todo el mundo’: tiene presencia en 190 países y se encuentra disponible en 36 idiomas diferentes. Pero, ¿cuál es el secreto de su éxito? Ante todo, su visión pedagógica innovadora basada en el método de la ‘clase al revés’: el alumnado estudia la parte teórica en casa y en clase practica lo aprendido con ayuda del docente.
En sus inicios, Khan Academy solo ofrecía contenidos de matemáticas pero, poco a poco, ha ido incluyendo nuevas materias. Se pueden encontrar múltiples actividades, ejercicios y problemas para practicar, además de vídeos con el paso a paso de las explicaciones y herramientas orientadas al aprendizaje personalizado, que se basa en la tutorización y la enseñanza por niveles.
También es importante destacar que aunque, al principio, era un portal destinado a los estudiantes, el aumento de contenidos ha abierto la puerta a docentes y familias de los alumnos, que lo consideran de ayuda para complementar temarios o tareas específicas de las asignaturas.
¿Qué aporta a los docentes?
Khan Academy dispone de cuatro bloques: matemáticas, ciencia, economía y finanzas y computación. De esas cuatro categorías emergen las asignaturas: geometría, biología, macroeconomía o el aprendizaje de diferentes lenguajes de programación, entre otras materias.
En todas ellas, divididas en temas, se ofrece práctica y recursos educativos para mejorar o afianzar conocimientos. En el aula es una plataforma útil cuando se trata de que el alumnado realice una serie de ejercicios de forma autónoma. Se puede crear una clase virtual y que los estudiantes se unan a los ejercicios que el docente ha seleccionado según el nivel y la materia. Éstos los realizan por su cuenta, con la ayuda de los vídeos explicativos y las sucesivas pistas que se encuentran en las actividades.
Incluso Khan Academy dispone de una aplicación para dispositivos móviles que facilita el trabajo a docentes y alumnado en la gestión y realización de tareas.