Cada vez más jóvenes escogen la Formación Profesional: según los últimos datos del Observatorio FP en España el porcentaje de matriculados en las modalidades de FP sobre el total de estudiantes de enseñanzas postobligatorias ya es del 32,73%; y a día de hoy, según la 25ª edición del Informe ‘Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España’, el 36,7% de las ofertas de trabajo solicitan titulados de FP frente al 36,4% que piden universitarios. “La Formación Profesional es una opción educativa ideal para reenganchar a estudiantes que han experimentado el fracaso escolar al sistema educativo y motivarlos para que quieran seguir formándose”, asegura Miguel Ángel Ronda, profesor malagueño de FP que ha ganado dos premios en SIMO EDUCACIÓN por sus buenas prácticas en el aula. Además permite a los jóvenes especializarse y acercarse de forma directa a la profesión, la inserción laboral ocurre antes que con los grados universitarios y resulta más económica y, por tanto, accesible.
Las 4 modalidades de FP
Para adaptarse a las diferentes necesidades del alumnado, se han diseñado cuatro modalidades de FP. Así, cada estudiante puede elegir en función de su disponibilidad y de su vocación.
Presencial
Es la vía tradicional: los estudiantes desarrollan su programa de estudios mediante la realización de clases presenciales. Son dos cursos académicos y hay turnos de mañana o tarde según el ciclo formativo. Las prácticas se pueden realizar durante toda la formación (siempre y cuando se aprueben la mayoría de las materias) y en empresas relacionadas con el sector; pero los estudiantes no reciben salario de ningún tipo, y no cotizan en la Seguridad Social las horas trabajadas.
Online
Las clases son en línea y es ideal para todos aquellos que desean estudiar desde casa, viven fuera del país o necesitan compaginar la FP con su vida laboral. Las prácticas se hacen en empresas del sector escogidas por los jóvenes y con las mismas condiciones que en la modalidad presencial: se pueden realizar durante todo el ciclo (aprobando la mayoría de asignaturas), no son retribuidas y no cotizan en la Seguridad Social.
Dual
Es el modelo de formación más práctico y específico que ha introducido la LOMLOE: con el objetivo de transmitir los conceptos generales básicos de cada sector y aplicarlos en un entorno de trabajo real, combina la teoría con la práctica desde el primer momento. Por ello, todos los alumnos de Formación Profesional Dual perciben un salario desde que inician su ciclo y están dados de alta en la Seguridad Social.
Mixta
Como el propio nombre indica es una formación híbrida, que combina la presencialidad con lecciones online. Qué asignaturas se cursan en el centro y cuáles a distancia depende del ciclo, y el periodo de prácticas también abarca los dos años (si se aprueban la mayoría de asignaturas). Los jóvenes podrán aplicar los conocimientos adquiridos en su sector laboral elegido, pero no cobrarán ni cotizarán en la Seguridad Social.
Además, hay que tener en cuenta que cada Comunidad Autónoma dispone de una oferta formativa específica. En la web TodoFP, elaborada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, están recogidas todas las opciones en función de su sector y su grado (Básico, Medio, Superior y Cursos de Especialización).